El reclamo por los baches que tiene la ciudad es uno de los más extendidos por los vecinos de la ciudad, que ven romperse sus autos y se ven obligados a esquivarlos en bicicletas y motos poniendo en riesgo la integridad física.
En este sentido el intendente Miguel Ángel Lunghi tiene muy en claro que realizando estas obras viales, son muchas las personas que aplacan sus críticas, y es por eso que prefiere realizarlas todas juntas en el año electoral para aplacar las críticas a su gestión y cosechar más votos.
Claro que esto no puede hacerse al 100 por ciento, ya que algunas obras de pavimentación se realizan en los años no electorales, pero el grueso sigue haciéndose en los años impares, en los que la competencia electoral y la ambición por ser el «intendente del bicentenario» lo llevan a apuntar todos los cañones al preciado objetivo.
«Miguel le tomó el tiempo a los tandilenses» confiesa a LOT un hombre que transita asiduamente los despachos del palacio municipal, y agrega que «él sabe que el reclamo por los baches es uno de los que más masa crítica contra su gestión acumula, así que les cierra la boca a los opositores con obras y con gestión».
De esta manera, la gestión municipal que lleva casi 16 años en el poder político de la ciudad, inició nuevamente la movilización del aparato electoral «con el caballo del comisario» y genera un caos de tránsito en la ciudad, a sabiendas de que cada vecino que se queje por el tránsito, es un vecino que sabe que «Miguel» está trabajando para ellos.
Lo que no se dice, es que se podrían hacer también en los años pares, para descomprimir. Pero claro, se corre el riesgo de que se olviden para el año siguiente, cuando debe revalidarse nuevamente en el plano electoral.
