Explosivo testimonio: “El objetivo era involucrar a CFK”

Las últimas semanas de Florencia Guijo fueron tan agitadas que cuesta creer que cada día haya durado 24 horas. Es que desde que la abogada contó cómo ofició de “maestra” de Leonardo Fariña por encargo de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) para explicarle cuestiones técnicas sobre Obra Pública, la letrada brindó declaración indagatoria ante el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, le allanaron la casa y hasta fue denunciada por el organismo de inteligencia que conduce Gustavo Arribas.

Sobre todos estos temas Guijó habló en exclusiva con Diario Pulse durante una entrevista que tuvo lugar en un café porteño. La abogada, especializada en derecho administrativo, aclaró en la charla que no considera que ella haya “coucheado” a Fariña ni formó parte de esa maniobra porque el financista repetía un libreto que en diferentes mails le habían enviado previamente desde la AFI.

Además, señaló que no tiene dudas de la finalidad que perseguía la operación: involucrar a Cristina Kirchner en la causa conocida como “Vialidad”, que dará inicio este martes tras el apriete del Gobierno y la marcha atrás de la Corte Suprema.

La defensa de la ex presidenta solicitó la realización de pruebas elementales como una pericia sobre las obras cuestionadas. En total son 51, pero el Tribunal sólo admitió que se haga sobre cinco obras, peritajes además que aún no finalizaron. También sostuvo que el TOF 2 denegó la posibilidad de efectuar un análisis comparativo entre los precios y los tiempos de ejecución de las obras realizadas en Santa Cruz con las realizadas en otras jurisdicciones por otras empresas dedicadas a esta tarea.

La base de la causa se sostiene por una auditoria impulsada por Javier Iguacel -un acérrimo funcionario antikirchnerista de Cambiemos designado al frente de Vialidad el 15 de enero de 2016- que insólitamente desmiente la acusación ya que no pudieron determinar sobreprecios.

Como el plan original fracasó, Guijo explicó cómo fue preparada la declaración del financista para que en sus declaraciones como arrepentido comprometiera a la ex mandataria a cambio de negociar las condiciones de su libertad.

–¿Cómo te contacta Raúl Copes, que integraba la AFI?

–Me lo había cruzado en conferencias y en estos ámbitos había unas jornadas de Derecho Administrativo. Lo conocí y al tiempo me dice si no le doy una mano con un organigrama y una modificación que querían hacer de la Agencia (de la AFI) a finales de 2015. Le dije que sí. Al principio empezó como un favor, después me tiraron unos “mangos” pero todo en negro. Después de ese trabajo, pasó un tiempo y me dice: ‘Necesito que me hagas determinados escritos como circuitos de los expedientes administrativos adentro de un ministerio’.

–¿Copes no menciona a Leonardo Fariña para este trabajo?

–No, necesitó (que redactara) tres o cuatro escritos relacionados con la obra pública. Certificados de obra, un montón de cuestiones de mi especialidad.

–¿Entonces no escribiste los mails que recibía Fariña con los “guiones” de lo que debía decir?

–No, yo mandé un par de mails a esa casilla que circula por todos lados que es Protonmail. Hay un par de mails que mandé pero con posterioridad. Mandé uno de circuitos de expedientes. A mí de ahí Raúl (Copes) me dio en su momento en mano unos mails como para que supiera cómo era la estructura en la cual que yo tenía rellenar las cuestiones técnicas que estaban faltando.

–Copes te da material, mails en mano..

–Sí, eso está presentado en la causa, ya lo había presentado la doctora Giselle Robles (abogada defensora de Fariña entonces) en su momento porque eran los mails de esa casilla. A mí me los imprimieron, me los dieron y eso es lo que tuve siempre conmigo. Después en base a eso era: “Bueno, este es el contexto, vos rellená un poco las cuestiones” En su momento era lo del IDUV, qué era el IDUV, toda su historia, buscar la ley de Fonavi, cosas muy técnicas.

–¿Por este trabajo te pagan?

–Sí, en negro porque no hay factura ni nada y nunca tuve una relación laboral con la AFI. A mí la AFI nunca me contrató. No puedo estar contratada por dos lugares al mismo tiempo.

–¿Copes te mencionaba a alguien más?

–No, mi contacto era con él y era muy informal. A partir de eso intercambiamos un par de cuestiones de estas que me fue pidiendo y llego un día que me dijo: “Voy a necesitar que nos reunamos con una persona”. Me dio una dirección, me dijo “necesito que vayas y te reúnas con una gente. Va a estar relacionado con esto que estuvimos haciendo. Necesito que des una clase sobre estos temas en particular, que le expliques a esta persona con la que te vas a reunir. Andá tranquila, cualquier cosa hablamos”. Fui caminando desde mi trabajo. Cuando entro había señores gigantes que se presentan como seguridad de Fariña, porque él ya estaba en esto de testigos protegidos.

–¿Cómo fue ese encuentro con Fariña?

–No entendía nada, me puse nerviosa y hablamos como 20 minutos. Me habló de (Karina) Jelinek y cosas para romper el hielo. Me senté con él a ver qué era lo que le tenía que explicar. Él tenía su indagatoria (la segunda) esto fue 15 o 20 días antes. Él tenía lo que había dicho en la primera indagatoria y entonces me tuve que sentar y plantear: “A ver, esto es el planteo que vos estás haciendo y de este planteo vamos a ver esto, qué es un certificado”. Porque, bueno, él habla sandeces, cosas que no tienen “goyete” (como) los sobreprecios. Cuando habla de las redeterminaciones de precios que es una forma en la cual se afanaba guita y demás, no lo he visto así en años de trabajar en la administración hasta el día de hoy. Que a través de la redeterminación de precios, que es una cuestión aritmética, de matemática pura, vos puedas tener un sobreprecio o puedas sacar guita de más y eso sostenía él. Después confundía conceptos muy básicos, que -no se- las copió de materiales, anticipos financieros, fondos de reparto. Un montón de cuestiones técnicas que son las que tuve que explicar.

–Te basabas en los mails que ya recibía Fariña. ¿Los enviaba Copes?

–Sí, supongo. Esas cosas que ni me preocupé en averiguar. Él (Fariña) tenía las copias ahí y me hacía preguntas. Fue como una charla y estuvimos como dos horas sentados en un escritorio. Él me preguntaba, contestaba y charlábamos: “No, fijate que acá estás mezclando cosas, esto no lo digas seguido porque estás equivocando conceptos”. Es más, hay errores garrafales en la ampliación de indagatoria de él, que si yo hubiese corregido no los hubiese dejado pasar. Él dice que la Ley de obra pública se modificó durante el kirchnerismo y la ley de obra pública no se modifica desde la década del ’40. Tiene modificaciones pero reglamentarias, no tiene modificaciones de fondo. Fariña repetía a rajatabla. Impresionaba verlo en los medios y escuchar que de repente era un sabiondo en obra pública cuando no podía hilvanar dos conceptos seguidos. Pasa que después con el tiempo empezó a confundir todo de nuevo.

–¿Qué rol crees que tuvieron los medios en el caso?

–Los medios lo usaron a Fariña, me parece. Lo fueron inflando y le fueron dando lugar. No se qué rol tuvieron los medios, pero para mí de desinformación total por dar lugar a una persona que no sabe de lo que está hablando y que no tiene forma de demostrar lo que está diciendo.

–¿Si busco en el archivo todas las notas que dio Fariña, sus dichos son erróneos?

–Sí, hay cosas que están mal dichas y cosas que no las dijo él porque sí. O sea, eran reproducción de mails, de cosas que hablamos nosotros de ese momento. Él repetía, repetía como un lorito. Es como si yo te digo “hola que tal, buen día”, y el “hola que tal, buen día”. Pero no sabía si era de día o de noche. Esa es la sensación que me llevé. Nada sabía.

–¿Qué documentación presentaste ante el juez Alejo Ramos Padilla?

–Unos escritos a mano míos, mails mandados y después como todo el mundo sabe yo aporté mi teléfono que se lo quedaron y me lo peritaron. Mi casilla de gmail quedo ahí, la peritaron también, le cambiaron la clave y yo no tengo acceso a ella. Eso lo peritaron todo con patrones de búsqueda. Me allanaron la casa, lo hicieron el mismo viernes que estaba volviendo de Dolores.

–¿Treinta y dos párrafos de los mails enviados por la AFI fueron copiados por Fariña

–Sí, textuales, en su ampliación de indagatoria.

–¿Los mails que recibían en la cuenta?
–Sí.

–¿También había párrafos de notas de Clarín y La Nación?

–Sí, pero ese no es un análisis que yo hice, fue algo que leí. Lo que sí a veces pasaba que en los diarios también había cuestiones muy textuales de cosas que yo había visto con anterioridad. Era todo como una mezcla de cosas que nada olía original.

–Casi todo provenía de la AFI

–Sí, es lo que yo entiendo hoy. La verdad que en su momento no me lo cuestioné y durante muchos años tampoco, por eso te digo porqué no dije nada en su momento. Yo no tenía nada que decir yo hice mi trabajo. Hice los escritos que tenía que hacer que son los que tengo, donde no hay mentiras ni cosas falsas ni acusaciones. En ninguno de mis mails vos vas a encontrar que diga nada de nadie, ni de un gobierno ni del otro, ni de Fariña ni de Robles ni de nadie. No digo nada, solo la creación del Iduv, cómo funciona el Iduv, cómo funciona un expediente. Son cuestiones técnicas. ¿Cómo voy a guionar? Porque así lo usaron los medios. Una nota que dí creo que el título no fue lo más feliz del mundo, que “coucheó” y entrenó y todo eso. Para mí no fue un entrenamiento, yo hice una clase magistral que fue lo que dije en materia de obra pública, o en materia de funcionamiento del Estado, porque fue un poco más amplio que obra pública.

–¿Y después lo usaron para otro fin?

–Claro, después todo eso fue el relleno de algo que ya estaba premeditado.

–Que era de la AFI

–Claro, si había mails previos de todo eso.

–¿Por qué crees que Fariña necesitaba aprender de obra pública, que era algo que desconocía?

–Hoy creo que comparto lo que se ha dicho mucho, que él en ese momento estaba negociando las condiciones de su libertad y en ese negocio le sugirieron que incorporara la obra pública en su declaración para hacer esta bolsa de gatos que se armó, que es algo incontrolable.

–¿Crees que en un punto el objetivo era involucrar a Cristina Kirchner?

Sí, yo creo que sí. Es el precio que él estuvo dispuesto a pagar para que le mejoraran las condiciones. Es una opinión personal en base a todo lo que trascendió y lo que vi en este tiempo. Sí, porque no hay forma de que él haya tenido acceso a todo eso. A mí cuando cierra la nota que me hicieron en la tele me preguntan qué me llamó la atención. Y a mí al principio en mi ingenuidad cuando tuve esa previa con él para romper el hielo y empezar a hablar de los temas que teníamos que hablar era como que de repente parecía que él había estado en todos lados.

–¿No hubo una auditoria de Vialidad Nacional que dio que no hubo sobreprecios en Santa Cruz?

–Sí, eso sí. De eso sí que tengo conocimiento. Es algo que saltó en los mails que yo no consideré relevante como todo acá se distorsiona y demás.

–Fue hecho durante la gestión macrista

–Sí, el señor Iguacel apenas asume… fue una de sus primeras resoluciones. Lo hizo sólo en Santa Cruz y en un tiempo muy acotado. Mandó a dos auditores a recorrer como seis mil kilómetros en 10 días. Fue una locura, muy tirado de los pelos me pareció. Creo que como ese salió mal, agarraron al monigote este y le dijeron “bueno, te toca a vos”. Hoy te diría que no me caben dudas de estas circunstancias.

–¿Que reflexión hacés ahora cuando te enteras que Fariña estuvo reunido con el ministro de Justicia Germán Garavano, como declaró su ex abogada Giselle Robles?

–Y me parece que si le van a dar este trato a él se lo deberían dar también a gente que está en la misma situación. Me parece que eso genera una desigualdad de tratamiento de los ciudadanos ante la ley, porque si él tiene derecho a reunirse con un ministro para discutir su situación procesal todos los argentinos deberíamos tener la misma posibilidad. No me parece que esté bien tampoco.

–Robles declaró que el nexo con Garavano lo hizo el periodista Luis Majul. ¿Hay un rol de ciertos periodistas con la “pata judicial”?

–Sí, ¿qué te parece?. Bueno este chico (Fariña) es un abonado de Luis Majul. Yo no se cómo puede declarar tanto alguien que está en un programa de testigos protegidos. No se cómo tiene la libertad para aparecer tanto porque es testigo en causas y, no se si no esta imputado también en algunas causas. Desfila por todos lados diciendo lo que quiere. Son hasta notas conjuntas que hacen. Majul es un gran militante de este período, pero todos los períodos tienen sus militantes.

–Fariña declaró ante el fiscal Carlos Stornelli, que investiga la causa de los cuadernos

–No se cómo llega a esa causa él. Eso me llama la atención, que aparezca en todos lados. Cómo hizo para estar en todos lados, en todos lados lo metieron. Un pibe de 23 o 24 años.

–¿Decís que lo metieron en la causa de los cuadernos?

¡En todos lados lo metieron! Es un comodín para mí. A ver, yo te entiendo que esté al principio en lo de la Rosadita, relacionado con Báez. Esa parte puede ser, pero ya después llega un momento que decís “estuvo en todas”. ¿Cómo hizo?

–¿Cómo entendés que tuviste que entregar tu celular y Stornelli no?

–Ah, eso, es mágico, este país no deja de asombrar. No solo entregué mi celular, mi computadora, hasta mi cámara de fotos se llevaron de casa, pero bueno, así funciona. Es esto que me preguntabas por qué alguien se puede juntar con Garavano. Es un tratamiento desigual ante la ley de todos nosotros, clarísimo. Hay tratamiento desigual o preferencial para algunos.

–¿Como te enteraste que la AFI te denunció?

–Me enteré por los medios, por Infobae en la Web y por un par de menciones de Twitter. Eso fue todo, no estoy notificada de nada de lo que salió publicado. La denuncia en si me parece burda y hasta torpe. Nada de lo que dicen tiene asidero.

Fuente: Diario Pulse

Redaccion

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