El intendente de San Antonio de Areco, una localidad bonaerense con algo más de 23 mil habitantes censados en el año 2010, es Francisco «Paco» Durañona, un hombre del kirchnerismo que ahora se postula como precandidato a gobernador de la Provincia de Buenos Aires.
Durañona visitó nuestra ciudad en un raíd que incluye a Ayacucho, Belgrano y Ranchos. El jefe comunal explica que «nos tomamos dos días por semana para hacer una recorrida y plantear el programa y propuesta que tiene eje en el interior de la provincia».
Tu discurso apunta a que la gente se pueda quedar en las ciudades del interior y no tener desarraigo…
El modelo de arraigo es el que llevamos adelante en San Antonio de Areco durante estos 8 años, con la idea firme de poner de nuevo como protagonistas a las comunidades y los pueblos sin importar su tamaño. Para que Argentina y la Provincia de Buenos Aires tengan un proyecto es imprescindible que las comunidades tengan acceso a todos sus derechos, y que además puedan y quieran quedarse.
¿Cómo se hace?
Hay que garantizar acceso a la tierra, a la vivienda, a los estudios superiores, tiene que haber universidades en todas las regiones. El transporte, porque hay que volver a poner en el centro de la discusión y resolver la cuestión de la conexión ferroviaria con todos los pueblos del interior, los puertos, los caminos rurales, producir alimentos para la demanda de cada una de nuestras comunidades y no tener que ir al Mercado Central a buscar los alimentos que producimos en nuestros mismos territorios con un altísimo costo de flete.
¿En qué cosas concretas se materializó esta política de arraigo en San Antonio de Areco?
En todos estos puntos. La última Universidad Nacional que se creó en la Argentina es la Universidad Nacional de San Antonio de Areco. La creó Cristina Kirchner en base a una propuesta nuestra que arrancó con un Centro Universitario Municipal. Hoy tiene 1500 alumnos, que para la región es enorme siendo el segundo año de vida y carreras orientadas al potencial productivo que tiene la región.
Creamos una agencia municipal de Hábitat que garantizó por lo menos el 20 por ciento de la población con acceso a la vivienda, trabajamos muy fuerte en las obras de infraestructura urbana pasando del 20 a 85 por ciento de cobertura cloacal y 100 % de agua potable.
Tenemos un sistema de educación en primaria y secundaria que es municipal y las familias se pelean por ir a esas escuelas. La Salud es 100% Municipal, no está el sector privado ni la inversión nacional ni provincial. Las emergencias, las cirugías, los partos, todo depende del Municipio.
¿Cómo está en la actualidad la Provincia de Buenos aires según tu mirada?
La veo mal, la veo sin haber avanzado ni cambiado nada de una gestión anterior, de la cual nos tenemos que hacer cargo, que fue pobre hasta el 2015. La Provincia de Buenos aires tiene por lo menos dos décadas en las que se ha hecho foco en los grandes centros poblacionales con mirada electoralista como trampolín para ser una figura nacional y se le ha dado la espalda al interior, por eso se ha despoblado y todo depende de lo que se haga en cada uno de los gobiernos locales.
¿Cómo se logra revertir eso?
La Provincia de Buenos Aires es una Confederación de 135 municipios, porque nadie dice “soy bonaerense”, te dicen “soy Tandilense, Arequero, Mercedino”, entonces hay que trabajar coordonadamente con los 135 jefes comunales de manera automática y sin que haya ningún tipo de discriminación por cuestiones políticas. Tampoco se puede ser gobernador y vivir en una base militar, moviéndote en helicóptero para atender en tus oficinas en Capital Federal.
¿A vos te discrimina el gobierno de Vidal por ser un intendente peronista?
Si, nosotros no hemos recibido ni un centavo de la Provincia, desde que asumió María Eugenia Vidal, y lo que teníamos conveniado con la Nación lo han dado de baja, nos deben aproximadamente 500 millones de pesos, de programas que estaban en ejecución y los cortaron unilateralmente, y nos han frenado obras estratégicas como el plan hidráulico de San Antonio de Areco que venía con 5 años de ejecución ininterrumpida y en marzo de 2016 se suspendió.
Pero nosotros también lo hicimos. Por eso hay que resolverlo institucionalmente con reformas jurídicas institucionales que dejen de lado esta
práctica nefasta.
¿Qué quiere decir “nosotros también lo hicimos”?
Cuando nosotros fuimos gobierno también teníamos esa metodología de discriminar por pertenencia política, independientemente de que hubo políticas públicas automáticas como la AUH, o la Inclusión jubilatoria; pero hubo otros financiamientos que dependían de la pertenencia política. Haríamos mal en criticar a un gobierno y no hacernos cargo nosotros del mismo error, y esa práctica hay que desterrarla para siempre.
