Quedar bien con Dios y con el Diablo. Esa parece ser la consigna de Miguel Lunghi para conseguir un quinto mandato «a como de lugar», luego de un cuarto mandato muy deslucido y en el que no se advierten políticas públicas municipales que hayan innovado en algún aspecto en una Tandil pujante y en pleno crecimiento.
El Intendente demostró con este Tandil Brilla que quiere conseguir los votos de quienes disfrutan del espectáculo, pero también quiere salir a buscar a quienes lo critican. Así, decidió continuar con los festejos, aunque desestimó la pirotecnia como pedían los protectores de animales y los vecinos con patologías por las que sufren con los ruidos.
Como sea, el intendente pone en discusión algo menor como lo son los festejos que duran apenas unas horas y deja de lado discusiones que lo afectan más directamente como el estado de las calles o los 500 mil pesos gastados por las arcas municipales en un alquiler de un inmueble que nunca se usó, y que pretendió tapar con el anuncio de que lo devolverá de su bolsillo, haciendo de cuenta que de esa manera no tiene implicancias legales por mal desempeño.
A pesar del cambio de gobierno a nivel nacional y de las consecuencias negativas que esto trajo para nuestra ciudad, como la aceleración de la desindustrialización, el aumento permanente de la tarifa de colectivos y de las tasas municipales que no son acompañados por un igual aumento de salarios; el intendente sigue haciendo campaña mostrando melancólicamente lo que fueron sus primeros años, en los que el flujo de dinero generado por los gobiernos kirchneristas le permitieron embellecer la ciudad para el turismo.
Ahora, aunque mantiene una intención de voto alta, el pediatra advierte el cansancio de la sociedad, las fracturas intestinas dentro de su grupo de gobierno y el crecimiento lento pero firme de la oposición, además de saberse protagonista de un largo periodo de gobierno que parece haber llegado a su fin, aún cuando el 2019 lo coloque como intendente una vez más. Porque ya no importa si hay o no ideas para seguir ayudando al crecimiento de Tandil, ahora lo único que importa es mantenerse en el poder.
