“La solución no es irnos del G-20 sino volver a tener un gobierno que defienda el trabajo de los argentinos. La prioridad del próximo gobierno tiene que ser fortalecer la economía popular y defender el trabajo”, sostuvo ayer el diputado y aspirante a la presidencia Felipe Solá, uno de los oradores en el multitudinario acto que los movimientos sociales realizaron ayer en el estadio de Atlanta para decirle “No al G-20”, la cumbre de líderes que se reunirá el próximo viernes y sábado en Buenos Aires. El eje de la convocatoria fue la necesidad de construir una agenda política alternativa para enfrentar al modelo macrista.
Según informaron los organizadores, hubo 50 mil personas colmando las instalaciones de Atlanta y otras 20 mil quedaron afuera siguiendo las alternativas del escenario donde colgada una bandera gigantesca con la consigna “No al G-20 – Fuera FMI”. Ante la concurrencia, Felipe Solá aseguró: “Pretenden que nos quedemos quietos, que caminemos cada vez menos, que la movilización sea menos espontánea y menos frecuente, pretenden que tengamos miedo, pretenden que sea legítimo y democrático tener una policía más preparada para pegarle a aquel que proteste, aunque sea en paz”.
El encargado del discurso de cierre fue Emilio Pérsico, secretario general del Movimiento Evita. “Estamos construyendo nuestro 17 de Octubre, la oleada de participación de los movimientos populares en la política para lograr una democracia más participativa, donde los humildes recuperen su lugar de mayoría, expresó Pérsico.
Junto al Evita se movilizaron una larga lista de organizaciones y partidos: Somos-Barrios de Pie, Partido Comunista Revolucionario-Partido del Trabajo y del Pueblo-Corriente Clasista y Combativa, Unidad Popular, Octubres, Martín Fierro, MUP, Seamos Libres, Frente Popular Venceremos, Barrios Peronistas, Peronismo 26 de Julio, MNCI-Vía Campesina, Corriente Peronista Chacho Peñaloza y la Federación Nacional Campesina. En la convocatoria plantearon “enfrentar a este modelo de saqueo, dependencia y exclusión que concentra cada día más riquezas en menos manos y descarta a las trabajadoras y trabajadores, sometiendo a los pueblos al hambre y la desocupación”. La idea del agrupamiento es aportar a un frente nacional de unidad para derrotar a Cambiemos en 2019. En ese frente incluyen a la ex presidenta Cristina Kirchner pero también a otros sectores del campo nacional y popular.
“Los movimientos populares están llamados a representar los intereses de las argentinas y argentinos que quedaron excluidos del sistema”, sostuvo en esa dirección la diputada Victoria Donda. “Junto al movimiento feminista son los protagonistas centrales de la reconstrucción de la Argentina luego de que el desastre neoliberal del gobierno macrista deje a nuestro país en ruinas”, agregó. Donda se diferencia de Cristina Kirchner que había planteado que dentro del frente de unidad había espacio para los pañuelos verdes y los celestes, en referencia a los sectores pro y anti abortistas. “Tenemos que defender la vida, basta de clandestinidad”, sostuvo.
El referente de Unidad Popular, el ex diputado Claudio Lozano planteó que “quienes estamos en este acto somos los que hemos llenado las calles desde que asumió este gobierno, tenemos una agenda de futuro, somos los que sabemos que no hay política de transformación sin organización popular”.
En tres filas de sillas, se ubicaron sobre el escenario los dirigentes que apoyaron el encuentro. Por ejemplo, los diputados Facundo Moyano, Daniel Arroyo, Leonardo Grosso y Lucila de Ponti, los sindicalistas Víctor Santa María, Juan Carlos Schmid, Víctor de Gennaro y Hugo “Cachorro” Godoy y los dirigentes Daniel Menéndez, Gildo Onorato, Patricia Cubría, Jonathan Thea, Marina Cardelli, Elena Hanono, Kito Aragón, Nicolás Harispe, Ricardo Fierro, Cristina Cabib (Madres de Plaza de Mayo de Quilmes), Jorge Mario Smith, Luis Tiscornia y Roberto Solano.
Fuente: Página12