En la mañana de ayer se desarrolló finalmente la audiencia de conciliación en la sede local del Ministerio de Trabajo provincial. Allí el Renault Argentina confirmó la decisión del desmantelamiento de la fábrica emblema de Tandil.
Por su parte la UOM propuso ceder la conducción de la planta a tres exgerentes pero los enviados de Renault reafirmaron la decisión tomada por el principal accionista, de cerrarla, mostrando documentación que respaldaría sus decisiones.
El director de Recursos Humanos de la empresa, Ludovico Martín, habló de una «planta obsoleta» y «falta de tecnología», indicando además que «debe hacerse una inversión muy grande, con un escaso retorno, lo que no lo hace atractivo el negocio».
De esta manera, la multinacional francesa quedó firme en su decisión de terminar con el emblema tandilense y llevarse puestos con él a los 100 trabajadores directos y los 60 trabajadores indirectos que si bien cobrarán su indemnización, quedarán sin trabajo en uno de los momentos más delicados del país por la crisis económica y las ataduras que el gobierno de Mauricio Macri le imponen al país con el Fondo Monetario Internacional.