La empresa Globant decidió no hacer la inversión millonaria en Tandil, al menos por este año

El cierre de la fábrica metalmecánica emblema de la ciudad, Metalúrgica Tandil, fue leído por los más optimistas como la conclusión de un ciclo que tuvo como protagonista de la economía lugareña a una industria que supo generar bastas fuentes laborales para los tandilenses.

Esas lecturas incluían siempre el agregado de que nuestra ciudad se estaba reconvirtiendo a la industria del software y que eso generaría muchas fuentes laborales. Sin embargo, en el transcurso de pocos días asistimos a medidas que significan prácticamente el cierre de la metalmecánica emblema y casi al mismo tiempo supimos que la empresa Globant, la que realizaría la mayor inversión de software en la ciudad, decidió postergar las inversiones.

Globant iba a desarrollar en Tandil una inversión de 15 millones de dólares para la construcción de un edificio inteligente que prometía la generación de 500 puestos de trabajo. Julio Elichiribehety, jefe de Gabinete de Miguel Lunghi, le dijo al portal ABCHoy que «nos dijeron que por este año se postergaban inversiones en Argentina, no sólo en Tandil. Pero puede haber una reformulación del proyecto».

De esta manera, los tandilenses asistimos pasivamente al desmantelamiento paulatino de la capacidad instalada de la industria metalmecánica, la pérdida del tren, las obras prometidas que nunca llegan y las inversiones millonarias que se postergan, mientras escuchamos el optimismo desmedido de quienes nos gobiernan en la ciudad, en la provincia y en la nación, como si se tratara todo de un estado de «total normalidad».

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