Representado por su Secretario General, Ezequiel Tosco, y su delegado regional, Manuel Alonso, el gremio informático desarrolló ayer, en Tandil, una reunión convocada por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social que reúne a los integrantes del Consejo Sectorial de Formación Profesional de Tecnologías de información y Comunicación.
Junto a representantes del sector empresario, la academia y del gobierno nacional, los trabajadores informáticos asumen «la responsabilidad del diálogo social con miras a establecer las políticas de formación y aprendizaje continuo, orientadas no sólo al desarrollo de las competencias, sino también a la promoción del trabajo decente, la conservación del empleo, el desarrollo social, la inclusión social y la reducción de la pobreza, según la definición que brinda la Organización Internacional del Trabajo», indicaron.
La reunión, convocada en la sede Tandil del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, se llevó a cabo desde las 9:30 horas en el Salón de Usos Múltiples, considerando que nuestra ciudad se ha consolidado en los últimos años como uno de los más pujantes Polos Informáticos del país.
A lo largo de la mañana, junto a representantes de la Cámara de Empresas del Polo Informático de Tandil, de las empresas cooperativas, de la Universidad del Centro de la Provincia de Buenos Aires y de la cartera laboral, se analizaron los objetivos fijados en las reuniones previas del Consejo Sectorial, y se pasó revista a los logros efectivamente alcanzados.
FRACASO
En este sentido, se abordó la implementación del Programa 111mil, «cuyo fracaso en todo el país -que motivó la exclusión del Ministerio de Producción del ex Presidente de CESSI Carlos Palloti- fue señalada oportunamente por el gremio informático, que como alternativa propuso definir en conjunto con las empresas del sector, tanto los perfiles ocupacionales básicos de la industria TIC a los cuales deberían llegar los programas de formación profesional que se implementen en el futuro», delinearon en un comunicado.
Y detallaron, «a modo de ejemplo», que el Secretario General de AGC, Ezequiel Tosco, se refirió «al programa formativo básico desarrollado por el gremio informático, a pedido de la Secretaría de Empleo del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, que contempla diferentes etapas de formación informática básica necesaria para desempeñarse en cualquier empleo, ya sea del ámbito de la producción, como del comercio y los servicios».
Al respecto, Tosco indicó que el gremio informático trabaja en sintonía con la cartera laboral para «aumentar las actividades de formación, en cantidad, calidad y pertinencia, es un requerimiento que se sustenta en la incorporación de innovaciones tecnológicas y cambios organizacionales en los procesos de trabajo, orientados por la premisa de ganar competitividad por parte de empresas y sectores productivos».
«Estos cambios -agregó el dirigente de AGC- van acompañados de demandas de mejora en el desempeño laboral de los trabajadores, que implican nuevas competencias y diversificación de tareas. Estas expresiones no son sino el reconocimiento del lugar determinante que, en la Sociedad del Conocimiento, asume el saber de los trabajadores informáticos y por ende su formación».
«OBJETIVO NOBLE, PERO MAL IMPLEMENTADO»
Manuel Alonso, Secretario General de Trabajadores Informáticos Tandil, en comunicación con LA VOZ, opinó que «quizás la palabra ‘fracaso’ suene fuerte. Como hemos dicho en otras ocasiones, el programa tiene un objetivo noble pero no está bien implementado. Enseñar a programar en un año es de por sí difícil y prometer empleo ‘seguro’ para todos los que se certifiquen con ese curso es una ilusión. Así se está demostrando».
Y detalló que «no hay números concretos de cuántos egresados efectivos hay» y luego advirtió que «prácticamente los únicos que consiguen trabajo lo hacen en empresas a través de pasantías subsidiadas por el Estado».
Consideró entonces que «hay que evaluar si tiene sentido tanto esfuerzo e inversión con nuestros impuestos cuando las empresas de software necesitan en realidad otros perfiles. Entendemos que el espacio de formación profesional por excelencia es la Universidad o a lo sumo los cursos que se piensen en conjunto entre todos los sectores, que fue en parte lo que se acordó hoy (por ayer) en el Consejo Sectorial».
OBJETIVOS DE LOS CONSEJOS SECTORIALES
En el marco del impulso brindado por el Ministerio de Trabajo Empleo y Seguridad Social de la Nación a la conformación de espacios institucionales en cuyo seno se definan las líneas estratégicas que, en materia de formación profesional, acompañen el desarrollo de cada sector y el incremento de su competitividad, a partir de la Resolución 1496/11, se instituyeron los Consejos Sectoriales de Formación Continua y Certificación de Competencias Laborales, integrados por representantes de empleadores, de trabajadores, y el estado, cuyos objetivos son:
Relevar las demandas del sector en materia de formación profesional y certificación de competencias laborales;
Identificar las necesidades de fortalecimiento institucional y de certificación de calidad de la gestión de las instituciones de formación profesional vinculadas con el sector;
Diseñar políticas y planificar estrategias para atender en forma eficaz las demandas y necesidades del sector en materia de formación profesional;
Impulsar procesos de formación, evaluación y certificación de competencias de trabajadoras y trabajadores en base a Normas de Competencia Laboral;
Vincular a las trabajadoras y trabajadores formados o certificados con las empresas del sector;
Monitorear y evaluar el resultado de las acciones de formación, evaluación y certificación de competencias laborales de trabajadoras y trabajadores, de fortalecimiento institucional y de certificación de calidad de la gestión de las instituciones de formación continua ejecutadas en el sector.
EL PLAN 111MIL
111 Mil es un plan nacional lanzado por el gobierno nacional, que buscaba formar en los próximos cuatro años, 100.000 programadores, 10.000 profesionales y 1.000 emprendedores. El objetivo es cubrir la demanda laboral de las Industrias Basadas en el Conocimiento, uno de los sectores que más crece y exporta en Argentina.
El plan capacita y certifica para que cada persona que realiza el curso pueda trabajar en las mejores empresas del sector. Tenía el fin de dar herramientas de desarrollo de software para diferentes usos y destinatarios. Hay más de 45.000 empresas asociadas al proyecto dispuestas a incorporar a los profesionales que surgieran del mismo.
El curso dura dos cuatrimestres y se puede hacer en instituciones acreditadas. Se dicta en escuelas técnicas, centros de formación profesional y universidades.
El certificado que brinda 111 Mil tiene validez nacional y está avalado por el Ministerio de Educación y el Ministerio de Producción de la Nación.
Fuente: La Voz de Tandil