El tema de los ascensores camilleros del hospital tomó ayer ribetes insólitos cuando el Presidente del Sistema Integrado de Salud, licenciado en economía Gastón Morando junto a la coordinadora administrativa y de obras del área, ingeniera Marta de Rico; salieron a desmentir el propio informe que firmado por esta última, que aseguraba que hay chances de un desprendimiento total del piso de uno de los ascensores, con funestas consecuencias.
El informe está firmado en febrero y LOT publicó el último viernes que, además de los informes oficiales, la empresa Ascensores Tandil no había vuelto a poner la firma en los controles mensuales, porque no había otra posibilidad que el recambio de los mismos.
Lo curioso es que a pocos días de que los concejales de Unidad Ciudadana presenten un pedido de informes en la sesión del último jueves y que el tema tome estado público posteriormente; la misma Marta de Rico junto a Gastón Morando salieron a desmentir sus propios informes.
Ocurrió ayer, cuando reconocieron a El Eco de Tandil que “es un documento público que fue al Concejo Deliberante. De hecho, buena parte de los fragmentos que se utilizaron para mostrar la alarma fueron informes propios del área técnica nuestra realizados por la ingeniera Marta de Rico”.
Lo curioso es que, después de reconocer que pusieron la firma a un documento tan alarmante y siendo que a simple vista se advierte tanto la falta de mantenimiento desde el mes de mayo como las condiciones en que se encuentran los ascensores, ahora dijeron que «estuvimos hablando con el personal técnico de la empresa y, si bien los ascensores tienen problemas en las puertas, no es que alguien pueda quedar atrapado o caerse. El problema, lo digo y lo saben todos los que utilizan los ascensores diariamente, es que por ahí uno sube al ascensor y no arranca, y eso es porque se traba el sistema de apertura de puertas, pero exterior”.
La ingeniera precisó que “cuando ocurre esa situación, nosotros llamamos a la empresa y vienen enseguida. Me consta que los hemos llamado y vienen rápidamente porque son urgencias y saben que los ascensores camilleros transportan gente para el quirófano. Estamos muy conformes con ellos, ahora se comprometieron a hacer el service, inclusive de manera semanal”.
Lo insólito de la situación no tiene solamente que ver con la contradicción entre lo que firman y lo que dicen mediáticamente los funcionarios del Sistema de Salud. También es insólito que una gestión como la de Lunghi, que en Salud generó buenas políticas reconocidas por sus más férreos opositores, haya dejado estar el edificio del Hospital a tal punto que las fotos de los ascensores hablan por si mismas.
