Las dos federaciones nacionales que nuclean a los docentes universitarios, Conadu y Conadu-Histórica, resolvieron no iniciar el segundo cuatrimestre y realizar un cese de actividades desde el 6 de agosto como forma de rechazo al ajuste presupuestario y para continuar con el reclamo de apertura de paritarias. Además, harán una movilización conjunta cuya fecha se tiene que definir.
El secretario general de Conadu, Carlos De Feo, señaló que “el gobierno no tiene voluntad para discutir una propuesta salarial distinta al 15% de aumento que ya nos hicieron en marzo”, y advirtió por las posibles “pérdidas de fuentes de trabajo en las universidades” que puede significar “el ajuste presupuestario”.
Desde Conadu exigen un aumento salarial del 25% con una cláusula gatillo de actualización por inflación, la regularización de docentes contratados y ad honorem, plena vigencia del Convenio Colectivo de Trabajo, un mayor presupuesto para la universidad, la ciencia y la tecnología, y fondos de capacitación docente, entre otras reivindicaciones.
Para De Feo, es “necesario que podamos ir sumando a otros sectores con un reclamo generalizado sobre la situación universitaria”, porque “esta pelea la damos en un marco más macro que tiene que ver con torcerle el brazo a un modelo económico”.
“No existe la idea de que la universidad sea una isla, porque el nivel de ajuste que está imponiendo hoy el FMI hace que todo el aparato del Estado tenga que reducirse”, remarcó a hablar en el congreso de la federación.
Conadu adoptó sus decisiones tras realizar un plebiscito en las facultades y sedes de las universidades públicas, cuyo resultado indicó que más del 85% de la comunidad docente apoya la decisión de no retomar las clases después del receso invernal.
