El gobierno analiza vender el fondo que garantiza el pago de las jubilaciones

El Gobierno se comprometió ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) a financiar parte del gasto previsional, incluyendo la «reparación histórica», con la «amortización de activos de los fondos de pensión que se encuentren actualmente en posesión del Gobierno». La mayor caja disponible para esta fórmula es el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) en poder de la ANSES, formado esencialmente con las acciones que ingresaron al Estado durante el Gobierno de Cristina de Kirchner a partir de la reestatización de las AFJP. Si bien no hay un número actualizado de lo que la administración pública podría obtener, fuentes oficiales especulaban con que el número final podría llegar a los u$s2.000 millones.

La estrategia primaria que tiene en mente el Gobierno es la de ofrecer primero las acciones a los propios dueños de las compañías en operaciones de «recompra». Las mismas fuentes hablan del serio interés de varias de las empresas de volver a tener bajo dominio propio estas acciones (en el total del paquete o en parte de él) y terminar con la convivencia con funcionarios públicos en sus directorios. Algunas de las empresas en cuestión, la mayoría de ellas bancos y compañías de infraestructura, siempre les dejaron en claro que la intención era avanzar en la recompra y dejar atrás la experiencia inaugurada en los tiempos del kirchnerismo.

Desde el macrismo la idea se mantiene viva desde antes de la asunción de diciembre de 2019, pero estuvo anestesiada porque se descartaba que tendría problemas políticos para poder ejecutarse. El acuerdo firmado con el FMI, y la necesidad de encontrar fuentes de financiamiento múltiples y creativa hizo que el proyecto reviviera. Y dentro del capítulo de los fondos necesarios para poder cubrir las siempre desequilibradas cajas previsionales, comenzando por la continuidad del plan de reparación histórica lanzado por el macrismo al comienzo de su gestión, y que en los últimos 48 meses fue financiado por los frutos del blanqueo impositivo que aportó más de 100.000 millones de dólares. Ese dinero sirvió para cubrir los costos del plan hasta fines de este año, pero desde enero de 2019 deberán buscarse otros financiamientos. Y en la «Carta de Intención» ante el FMI, el Gobierno se comprometió a comenzar a trabajar con la colocación en el mercado del FGS. Desde el Ejecutivo se promete que las ventas de las acciones no se concretarían de manera masiva, sino paulatina y analizando oportunidades a partir de los precios de mercado. Y -afirman- con total transparencia.

Por el sector privado se afirma que hay, desde siempre, seis ofertas concretas de grandes empresas que operan en el país que quieren recomprar las acciones que en algún momento estaban en manos de las AFJP y desde la nacionalización del régimen privado de jubilaciones pasaron a ser parte del FGS: un banco, una empresa de alimentos de capitales argentinos, una gran proveedora para la industria petrolera y la construcción, una desarrolladora inmobiliaria para público ABC1, un gran grupo de medios de comunicación y una constructora cercana al poder. Estas seis empresas, entre otras, ya les comunicaron por varias vías a muchos altos referentes del Gobierno, incluyendo a Mauricio Macri, la intención de «recomprar» las acciones de esas mismas compañías.

El organismo que maneja Emilio Basavilbaso ejerce la administración de parte de las acciones de unas 46 compañías a través del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), luego de la nacionalización de las AFJP en 2008. En abril, este diario había adelantado que el plan del Ejecutivo es desprenderse de todo o parte de este paquete para derivar el dinero a cerrar la deuda previsional.

El argumento de estas compañías interesadas en la recompra es el siguiente: «Nosotros nunca quisimos que el Estado sea nuestro socio. Abrimos el capital a administradoras privadas porque era el financiamiento más conveniente en su momento y porque eran parte del sistema financiero. Nos encontramos luego con representantes del Estado en nuestras asambleas, lo que nunca fue productivo. Ahora queremos recuperar esas acciones, pagando un buen precio por ellas», según le contó a este diario un alto representante de una de las compañías interesadas en recomprar esas acciones.

(Ámbito.com)

Redaccion

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