Durante la última semana una serie de amenazas de bomba tuvieron en vilo a las autoridades escolares y policiales que no lograban dar con los autores al tiempo que las clases se suspendían para realizar el protocolo correspondiente, llegando el pico máximo de amenazas el día miércoles, con el absurdo número de 11 escuelas amedrentadas.
Finalmente la investigación policial pareció dar sus frutos y en diferentes operativos lograron dar con personas mayores y menores que serían los autores de algunas de las amenazas.
El padre de uno de los sospechosos, menor de edad, difundió por diferentes medios de comunicación una carta con un pedido de disculpas.
Gustavo, cuyo apellido preservamos por tratarse su hijo de un menos de edad, se presentó como «el papá de quien ha sido participe junto a otros compañeros, de las amenazas realizadas a algunas instituciones educativas de nuestra ciudad».
«En mi carácter de Padre, creo que corresponde, expresar públicamente NUESTRAS DISCULPAS COMO FAMILIA, por el dolor y la pena que nos ha causado saber que lo que pudo ser una travesura, ha excedido los límites y ha perjudicado a tanta gente de diversas maneras, y digo travesura, ya que ninguno de los chicos involucrados sabe absolutamente nada de bombas ni atentados» reveló.
Además escribió que «nos apena mucho, que la mayoría de la gente que ha comentado notas, o escrito en alguna red social, en ningún momento haya hecho una propuesta de solución frente a una problemática, más que golpear al chico, o encarcelar a los padres. Nada constructivo ha llegado a nosotros ni a ninguna de las familias involucradas, desde estos lugares de comunicación y opinión deliberada».
«Confiamos firmemente en la justicia, sabemos que han actuado rápidamente, que han sido muy respetuosos, y que se encuentran en trabajo de investigación para terminar de dar con los actores, y determinar la responsabilidad de cada uno».
«Eso, es algo que todos queremos, por sobre todo NOSOTROS, porque así debe ser. Porque nuestra sociedad, necesita que el sistema funcione, y todos debemos cumplir un papel para que así sea».
«Hemos colaborado con todo lo que se nos ha pedido, y seguiremos haciéndolo, para aportar todo lo necesario para que esto se resuelva, no vuelva a suceder, y por sobre todo, se repare el daño ocasionado, así tengamos que ser nosotros quienes debamos hacernos cargo de esto en cuanto nos corresponda».
«Somos padres, somos hijos, y todos cometemos errores. Ese no es el mayor problema, eso es una condición humana. Creemos que lo mejor que podemos hacer, en respeto hacia el otro y en ejemplo hacia nuestros hijos, es reparar el daño ocasionado, y aprender del error. Responsabilizarse, y actuar de manera sincera y transparente, debería ser de uso cotidiano, si queremos que las cosas cambien. Lo hecho, hecho está».
Como corolario, deseó que «esperamos que al final de todo, esto sirva para mejorar los vínculos con nuestros hijos, creciendo, aprendiendo y enseñando, que nuestras acciones tienen efecto sobre los demás».