Menos de una semana después de que el Gobierno se jugara a fondo a evitar la sesión especial que impulsa la oposición para cambiar la política de tarifas, Mauricio Macri salió a pedirles a los gobernadores e intendentes que eliminen impuestos a los servicios.
En una jugada de manual, fue la gobernadora de Buenos Aires María Vidal, la primera en anunciar que aceptaba pedido del Presidente y rebajaría impuestos provinciales y el segundo en sumarse fue el jefe de gobierno porteño Horacio Rodriguez Larreta.
Vidal consiguió el año pasado una suba en sus fondos de 40 mil millones de pesos con el Pacto Fiscal y pese a ese aumento, no parece encontrar la forma de incrementar el sueldo a los docentes para finalizar el conflicto, pero sí le permitió resignar impuestos.
Según describe en Página/12 el periodista Werner Pertot, las encuestas que encargó Jaime Durán Barba mostraban un alto costo político para el Gobierno Nacional, por lo que ideó una forma de, al mismo tiempo, traspasar el costo político a los gobernadores y mandarles un mensaje para que no insistan con la sesión especial para cambiar el régimen de tarifas.
«El mensaje para los gobernadores peronistas fue claro: si sus diputados siguen avanzando en plantear la sesión especial, ellos pueden pagar con sus presupuestos provinciales las consecuencias. De paso, en un giro mediático, colocó en escena a los gobernadores como quienes deben dar una respuesta frente al aumento de tarifas que resolvió el gobierno nacional. Jaime Durán Barba sonríe, una vez más, detrás de los cortinados» escribe Pertot.
