Las bibliotecas de la ciudad se encuentran permanentemente en una delicada situación a causa de la baja cantidad de socios, pero principalmente porque dejaron de percibir subsidios de Nación y Provincia, que deberían enviarlos por ley.
De esta manera las bibliotecas recurren a bonos contribución, como el caso de la Biblioteca Rivadavia, la más grande de la ciudad u otras actividades que realzan también la Sal Abierta de Lectura entre otras.
Ya en noviembre de 2016 LOT explicaba que la Sala Abierta de Lectura no escapaba al recorte y el ajuste que los estados Nacional y Provincial llevan a cabo desde la asunción del nuevo gobierno.
Actualmente la sala se financia con el aporte de los socios, pero también recibe un subsidio nacional a través de la Conavip, un subsidio provincial y otro municipal. Todos estos ingresos se veían comprometidos o retrasados, lo que hizo paralizar construcciones en las instalaciones.