En una sesión especial, la oposición buscaba ponerle un freno a los tarifazos impulsados por el Gobierno que en su dos años de gestión autorizó aumentos siderales en los servicios públicos. A la iniciativa de los diputados del Frente Para la Victoria, que pidieron la sesión especial y presentaron un proyecto para congelar y retrotraer las tarifas, se sumaron con proyectos similares el peronismo dialoguista y el massismo. Los opositores quedaron a un legislador del quórum, en una sesión que finalizó con escándalo.
La oposición había alcanzado el número de 128 diputados presentes, y según aseguraban, otros dos estaban en camino, demorados. Por eso pidieron mayor tolerancia al presidente de la Cámara, Emilio Monzó, quien solo extendió ocho minutos el plazo de espera. “Yo acá he visto esperar ocho horas una sesión, cuando hay voluntad se puede. No pongamos excusa. Pedimos tiempo para que lleguen los diputado que faltan”, insistió Camaño.
En ese lapso, un legislador se acercó al diputado oficialista Alfredo Olmedo, que estaba sentado en su banca y finalmente se levantó. Minutos después, el salteño volvió solo para remarcar que él había intentado dar quórum pero que ahora correspondía levantar la sesión. Camaño calificó la maniobra como «un bochorno».
La sesión especial había sido convocada por Agustin Rossi, jefe del Frente Para la Victoria, para avanzar con los proyectos que buscan frenar el tarifazo. A la iniciativa de FpV, autores del proyecto para congelar y retrotraer las tarifas, se sumaron con iniciativas similares el peronismo dialoguista y el massismo, Libres del Sur, Movimiento Evita y los diputados de izquierda. Confiaban en conseguir el quórum, lo que finalmente no sucedió.
“Las tarifas están agobiando al conjunto de los argentinos, es insostenible para muchos”, pidió la palabra Rossi, cuando la sesión ya se había frustrado. El jefe de bloque de FpV también reprochó la actitud de Monzó por su “poca tolerancia”, sobre todo por el tema en discusión: el aumento desproporcionado de los servicios públicos. “Si hoy un argentino tiene que decidir si poner un plato de comida en la mesa o pagar la luz quiere decir que algo se está haciendo mal, el Estado no puede poner a los argentinos en ese lugar”, se lamentó Rossi y criticó al ministro de Energía por no presentarse frente al Congreso y por su poca “sensibilidad humana”.
(Página12)