Este jueves 22 de marzo, en el marco de la Semana de la Memoria, la Asociación de Trabajadores Nodocentes de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (ATUNCPBA),realizará un homenaje a Ernesto «Semilla» Ramírez, Trabajador Nodocente -Secretario General de ATULP-, secuestrado y desaparecido por la última dictadura cívico-militar.
El mismo se desarrollará en la Carpa de la Memoria, la Verdad y la Justicia (emplazada en la Plaza Independencia de la ciudad de Tandil) a las 18:30 hs.
Allí se proyectará el documental «Semilla, Bases para la nueva Universidad», dirigido por Gabriela Gagliardo y producido por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata. Luego, trabajadores y trabajadoras de la UNICEN y de la UNLP, brindarán una charla sobre el legado de Ramírez en la lucha Nodocente.
Sobre «Semilla» Ramírez
Ernesto A. Ramírez nació el 12 de enero de 1930 en General Lamadrid, provincia de Buenos Aires. Ingresó como trabajador (peón) en el comedor universitario de la UNLP el 15 de setiembre de 1952. Poco después, en 1956, es elegido delegado gremial por sus compañeros.
Posteriormente, el 15 de julio de 1959, pasó a la Facultad de Bellas Artes, donde desempeño su oficio de electricista y participó activamente en el teatro de la UNLP. Luego en 1965, tras el triunfo de su agrupación gremial asume como secretario general de la Asociación de Trabajadores de la Universidad Nacional de La Plata (ATULP).
En marzo de 1975 durante el gobierno de Isabel Martínez, el ministro de Educación, Ivanissevich, vuelve a intervenir el sindicato. Luego del golpe de Estado del ’76 y con la organización en manos de los militares, Ernesto Ramírez debe ocultarse no solo para salvar la vida, sino también para continuar la lucha, esta vez desde la clandestinidad.
Semilla Ramírez fue secretario General de ATULP durante el período 1965-1975, o sea, hasta la intervención, desde el punto de vista legal; pero lo siguió siendo por legítimo mandato de sus compañeros cuando fue detenido-desaparecido el 1º de setiembre de 1977 en un operativo de las fuerzas armadas, en el que se utiliza una tanqueta, fue secuestrado y destruida su casa.
Sus compañeros de entonces coinciden en que fue un militante de fierro, un dirigente intachable, de una capacidad de trabajo enorme, que vivía por y para sus compañeros.