Kazakhstán – Argentina: una serie clave para la permanencia con el debut de Machi González a sus 34 años

Kazakhstán, sobre superficie dura y bajo techo en el Centro Nacional de Tenis, es el desafío (desde este viernes, a las 3 de nuestro país) de un equipo en el que vuelve a estar el bahiense Guido Pella, dos debutantes como Andres Montelni y el tandilense Máximo González, citados en principio, sólo para jugar el punto del dobles y Diego Schwartzman en la mejor temporada de su carrera que lo tiene entre las 28 raquetas más valiosas del circuito. Claro que la serie posee, para los argentinos, una carga emocional extra. Nadie menciona la palabra «descenso», pero se sabe que un golpe kazako significaría retroceder a la Zona Americana, algo que sería muy negativo desde lo deportivo y económico.

Hace diez meses, cuando una desaforada montaña humana se derrumbaba sobre el cuerpo paralizado de Federico Delbonis, en plena superficie dura del Arena Zagreb, ni el más pesimista sospechaba que tan pronto la Argentina iba a tener en jaque su lugar en la elite. Cuando el equipo capitaneado por Daniel Orsanic conquistó la Copa Davis, despojándose de un karma dañino y estresante, se razonó que el contagio y el prestigio servirían para impulsar el desarrollo del tenis en nuestro país, para cicatrizar viejas heridas y para no volver a tropezar con las mismas piedras del pasado.

El sorteo de los partidos, realizado en el Museo Nacional, determinó que el primer match de la serie sea entre Pella (single 2) y Mikhail Kukushkin (single 1). A continuación, jugarán Schwartzman y Dmitry Popko (20 años, 196° del circuito). La inclusión de este joven jugador fue una sorpresa para Orsanic y Schwartzman: pensaban que la segunda raqueta sería Aleksandr Nedovyesov, que si bien tiene menor ranking (235°) que Popko, acumula siete series en la Davis. Popko actuó sólo en una ronda y fue en esta temporada. De todos modos, la esencia del rival no varía, según el Peque: «Hasta el día anterior no suelo pensar mucho en el rival, pero creía que iba a jugar contra Nedovyesov el primer día. Ahora vamos a analizar a Popko, pero los dos son bastante parecidos, agresivos, no dan mucho ritmo y les gusta este tipo de canchas duras».

Copa Davis Arg vs Kaz

Desde que la Argentina volvió a participar del Grupo Mundial (2002), no había superado la primera rueda sólo en 2014. El grupo que capitaneaba Martín Jaite cayó en Mar del Plata, y cinco meses después logró mantenerse en la elite al vencer a Israel en Sunrise, EE.UU., en una serie que inicialmente se iba a jugar en Tel Aviv pero que el conflicto en Medio Oriente obligó a modificar (resultó beneficioso para los sudamericanos). Fue en 1992 la última vez que la Argentina perdió el repechaje y descendió: 3-2 frente a Dinamarca, en Aarhus, sobre cemento indoor. Cuando el equipo nacional perdió este año frente a Fabio Fognini y compañía, se convirtió en el noveno campeón en caer en la primera rueda; luego, ninguno de los campeones perdió la categoría en la eliminatoria.

El equipo kazako no tiene tenistas nacidos en su país. Son rusos o ucranianos, contratados por Bulat Utemuratov, el poderoso presidente de la federación. Por lo general son tenistas que no tienen interés en jugar para sus países o que no tienen lugar en las formaciones y aceptan las jugosas ofertas económicas.

«Siempre enfocamos las series más allá de las instancias. Creemos que es lo mejor. Cada serie tiene su valor. Ésta es una instancia decisiva, como lo ha sido la final del año pasado. Si bien Machi y Molto son debutantes, tienen una madurez a nivel personal que ayuda a lidiar con el debut. Después, Diego y Guido son muy amigos, se conocen desde hace muchos años, también conocen mucho a Molto y a Machi. Están todos tirando para adelante, bromeando, compartiendo sensaciones. Está siendo una buena preparación, después hay que jugar y allí está la hora de la verdad», aportó Orsanic, que estará terminando su tercera temporada como capitán y luego de la serie se tomará algunas semanas para pensar sobre su futuro. Diez meses después del título tan añorado, el panorama es bien distinto. Pero en el equipo nacional sobra optimismo como para que 2017 quede sólo como un recuerdo agridulce.

Horacio Sobol

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