A pesar de las promesas laborales, la termoeléctrica de Barker tiene mayoría de empleados extranjeros

Cuando a principio de año la termoeléctrica de MSU Energy intentó instalarse en Tandil, enseguida las fuerzas vivas de la ciudad la rechazaron de tal manera que el único actor de la ciudad que la defendió fue Matías Civale, el director de la Usina, que quedó solo sin el acompañamiento de sus correligionarios.

El argumento del rechazo fue que ese tipo de generación de energía, genera además mucha contaminación ambiental. A pesar de ello uno de los argumentos que utilizó el intendente de Benito Juárez, Julio César Marini, para que la planta se instale en Barker fue que iba a generar muchos puestos de trabajo para la región mientras se construya y otros tantos cuando esté instalada.

Sin embargo LOT dialogó con un empleado de la planta de origen tandilense que prefirió no dar su nombre a conocer, y que aseguró que «de 800 empleados, no se si los argentinos llegamos a ser 100, y la gran mayoría son extranjeros. Vienen de México, de Estados Unidos, de Colombia, pero de acá somos la minoría».

El trabajador contó que las extenuantes jornadas laborales son un aprendizaje, porque «todo lo que sabíamos no lo podemos aplicar, ya que los cables y la tecnología que se utilizan, son poco comunes acá».

Finalmente explicó que «los sueldos son relativamente buenos, pero el trabajo se terminará en diciembre o enero, y después quedarán los operarios de la termoeléctrica».

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