La empresa Carboclor despidió a 130 trabajadores de la planta química que tiene en Campana. Los despedidos ahora se manifiestan en la entrada de la compañía a la espera de que les llegue a su domicilio el telegrama de despido. La zona también es afectada por la paralización de las obras de Atucha que dejó en la calle a mil personas y los cierres de empresas químicas como Quipro, Lanxess y Atanor.
«Cuando llegamos a las 5 de la mañana nos encontramos con que tenían una lista con los nombres de los trabajadores que podían ingresar y los que habían sido despedidos», contó a El Destape el delegado de la planta, Norbeto Lubo, quien además es secretario general del Sindicato del Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas de Zárate.
El Destape había adelantado el 30 de mayo que la empresa -de capitales uruguayos- había presentado un Procedimiento Preventivo de Crisis ante el Ministerio de Trabajo y la Comisión de Valores. Allí alertaba que por «una grave crisis financiera» iban a «desvincular» a los trabajadores de planta y sólo iban a quedarse con la distribución y logística.
En total, la compañía tiene más de 180 trabajadores. De ellos 100 de los echados estaban bajo convenio de petroquímicos, mientras que el resto -unos 30 despedidos- estaban fuera de ese vínculo económico. Carboclor opera en Campana desde 1968 y se dedica principalmente a la producción de solventes para gasolinas y en parte al negocio logístico.
Un trabajador petroquímico cobra como sueldo básico 35 mil pesos en mano. En Carboclor hay empleados que tienen más de diez años de antigüedad. Esos ingresos hicieron que se genere un importante conglomerado comercial en la zona que hoy, por los despidos, está en crisis. Según la CGT de Zárate, en la zona el comercio interno de la ciudad perdió 5000 millones de pesos anuales por los cierres y despidos.
Las empresas químicas de la zona sufren una grave crisis desde la asunción de Mauricio Macri. Ya cerró la centenaria Atanor, la compañía que ahora importa anhibrido acetico y ácido acético, dos productos que antes se fabricaban en Baradero. También cerró Quipro, una empresa de capitales argentinos que dejó en la calle a sus trabajadores sin pagar indemnización.
Ahora la crisis llegó a Lenxess, la compañía alemana anunció su cierre la misma semana en que Mauricio Macri se reunió con Ángela Merkel para prometer la llega de inversiones. Allí, más de 170 personas perderán sus puestos de trabajo a fin de año, momento en que se anunció el cierre.
Fuente: ElDestapeWeb