La ministra de salud bonaerense, Zulma Ortiz, renunció este viernes a su cargo, en plena campaña electoral y tras meses de rumores sobre una eventual salida. La reemplazará el viceministro de Salud de la Nación, Andrés Scarsi, un hombre de extrema confianza del intendente de Lanús, Néstor Grindetti.
En su renuncia, Ortiz adujo «motivos personales», pero en verdad confirma su problemática relación con la gobernadora. La ministra incluso debió salir en algunas oportunidades a desmentir su renuncia.
En rigor, la salida de Ortiz ya se había conversado varias veces en el círculo íntimo de Vidal, pero se le ponía un freno porque la especialista en epidemiología tiene el todo el respaldo de Mario Quintana, el vicejefe de Gabinete de Marcos Peña. El fundador de la cadena Farmacity fue quien intercedió ante Vidal para que Ortiz ocupara ese cargo. Eso fue a fines del año pasado, cuando a la Gobernadora electa no le cerraban los nombres que le proponía el radical Daniel Salvador para esa cartera.
El contrapunto más fuerte entre la gobernadora y la ministra se dio cuando Vidal decidió dejar sin efecto el protocolo de aborto no punible confeccionado por Ortiz, con el argumento en su decreto publicado en el Boletín Oficial de que había una «falta de consulta» a otros organismos.
La polémica arrancó cuando se dio a conocer una resolución firmada por Ortiz que reglamentaba la adhesión al protocolo nacional de aborto no punible. Esa difusión pública del documento desató una tormenta dentro del Gabinete provincial, y provocó una furiosa reacción de algunos funcionarios.
