El Ministerio de Energía decidió volver a beneficiar a Shell, a pesar de que su titular estar imputado por ello. La Argentina firmó un nuevo acuerdo de importación de gas de Chile, que será proveído por la petrolera que presidió Juan José Aranguren hasta junio de 2015. Los diputados nacionales que denunciaron penalmente al funcionario el año pasado ampliaron hoy su demanda.
Esta compra resulta la más cara de las opciones que posee el Gobierno. Existe un contrato con Bolivia para importar a U$S 3 por millón de BTU (en lugar de U$S 8 de Chile), que puede ser ampliado en caso de que Argentina requiera más gas. El ministro de Hidrocarburos boliviano, Luis Alberto Sánchez, detalló que en 2016 Aranguren no le pidió incrementar los envíos antes de acudir al gas natural licuado (GNL) chileno, que es más caro.
La petrolera vinculada al ministro de Energía tuvo un beneficio por partida doble. Por la adquisición desde el país trasandino, Shell ingresó 166% más de lo que hubiera conseguido desde Bolivia, donde también participa en las ventas de YPFB vía British Gas. Y por el sobrante no adquirido por la Argentina, Bolivia se lo colocó a Brasil a U$S 8, con lo que ganó un adicional de 166%.