“El macrismo eligió destruir a los maestros»

Para Nuestras Voces

La secretaria general de CTERA, Sonia Alesso, habló en exclusiva con Nuestras Voces sobre Macri, Bullrich, la represión, los ataques del Gobierno y los medios corporativos a los sindicatos. También de la paritaria nacional, el financiamiento educativo, las subejecuciones en el presupuesto y el desfinanciamiento de los programas. Lecciones sobre una lucha que lleva más de dos meses: “La derrota del conflicto docente es la derrota del resto de los trabajadores y trabajadoras”. 150 mil personas ya visitaron la escuela pública itinerante en Congreso.

Foto: Solange Avena

Son las 18 horas y Sonia Alesso invita a pasar al “living”. Es una carpa con reposeras y sillas de plástico ubicadas al fondo de la escuela itinerante docente y para llegar hay que atravesar las vallas y el escenario montado que en instantes va a recibir un concierto del conservatorio Manuel de Falla. “Ya nos visitaron más de 150 mil personas”, dice a Nuestras Voces la secretaria general de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), el sindicato docente con mayor representación a nivel federal con más de 400 mil afiliadas y afiliados.

El dato no pasa desapercibido.

La escuela pública itinerante fue la herramienta pensada y ejecutada por CTERA para imprimir en la sociedad el reclamo por la apertura de la paritaria nacional, tal como establece la Ley de Financiamiento Educativo, incumplida por el Gobierno nacional pese a las masivas marchas federales y al fallo de la jueza laboral Dora Temis que exige al Estado su cumplimiento. El día elegido para su instalación fue el 9 de abril y terminó en una represión que dio vuelta al mundo: la Policía de la Ciudad golpeó y tiró gas pimienta a lxs docentes y detuvo a los maestros Miguel Acuña y Juan Manuel Mauro, arrastrándolos hasta el patrullero por las calles de Congreso. Los maestros aseguran que ese día el comisario les confirmó que la orden había llegado desde Nación. Luego de tramitar el permiso correspondiente, CTERA concluyó la instalación el 11 de abril y la inauguró al día siguiente. A partir de allí la visitaron músicos, grupos de danza, concertistas, historiadorxs, educadorxs, obrerxs y hasta los representantes de la Internacional de Educación, una red de sindicatos que representa a más de 33 millones de docentes de 130 países del mundo.

En medio de ataques del Gobierno y los medios corporativos a la lucha docente, luego de la represión los sindicatos se declararon en estado de asamblea permanente para evaluar las acciones a seguir. Hoy también están juntando firmas para exigir no sólo el cumplimiento de la ley sino la sanción de una nueva norma que lleve el financiamiento del 6 al 10 por ciento del PBI.

-¿Qué evaluación hace del conflicto?

-El hecho del incumplimiento de la paritaria nacional docente por parte del Gobierno nacional hizo que tuviéramos conflictos en muchas provincias que todavía no están resueltos. En ese sentido estamos advirtiendo que esa actitud significa el corrimiento del Estado nacional en la garantía del financiamiento en la educación. Esto no sólo se nota en los topes salariales, que es lo más conocido mediáticamente, sino en todos los planes socioeducativos, las orquestas infantiles, los clubes de actividades juveniles, los foros, Conectar Igualdad, es decir todo lo que hace a políticas culturales. También se nota en la subjecución de partidas de educación para infraestructura escolar, el incumplimiento de la Ley de Educación Técnica, y todo lo que tiene que ver con la inversión de becas escolares y el refuerzo nutricional para comedores escolares. La afectación es muy fuerte en los más vulnerables. Se nota de forma alarmante en el presupuesto y también lo estamos notando en las provincias, con un escenario que nos va a llevar irremediablemente a lo que ya vivimos en los ´90: provincias que no pueden pagarles los salarios a los docentes. Todavía hay 12 provincias con conflictos abiertos, algunas ya cerraron acuerdos salariales y hay otras jurisdicciones en las que el aumento lo sacaron directamente por decreto. En estos lugares el porcentaje siempre es un techo salarial: no pasa del 19 por ciento. Y esto habla de que esas provincias van a tener conflicto a corto plazo, porque están obligando a los maestros a aceptar de forma obligatoria, con descuentos de días, amenazas de quita de personería y de sumar voluntarios como en la provincia de Buenos Aires. Es un intento de perjudicar fuertemente la lucha docente.

-Usted habla del impacto de la subejecución del presupuesto educativo en diversos programas socioeducativos, becas escolares, infraestructura, Conectar Igualdad. ¿Cuál es panorama?

-Según cada uno de los programas, la subejecución en 2016 fue cerca de 15 mil millones de pesos. Ahora estamos haciendo el relevamiento 2017. Es alarmante el recorte en becas escolares: se dejaron de pagar. Estamos hablando de 50 mil jóvenes que van a dejar la secundaria o los institutos terciarios. También se subejecutó el presupuesto en infraestructura: sólo se efectuó el 26 por ciento. En escuelas técnicas la ejecución fue del 16 por ciento. A ese combo se suma que el Gobierno no imprimió ni envió a las escuelas ni un solo libro, tampoco repartió ni una netbook y hay una subejecución de toda la partida vinculada a refuerzo nutricional docente para comedores escolares, lo cual es muy grave porque nosotros ya estamos viendo cómo nuestros niños y jóvenes vuelven a los comedores por la situación en la que viven. Hay que agregar también el desfinanciamiento del programa de Educación Sexual Integral: se desarmó totalmente. En ese sentido, está habiendo un debate en las provincias para tratar que esto se siga sosteniendo en todo el país.

¿Cómo se interpreta entonces la actitud de endurecimiento del Gobierno?

-El Gobierno gana con esa posición de dureza: está convencido que esta posición de mano dura y de represión a quienes luchan le conviene electoralmente. Pero nosotros creemos que la demanda por la educación pública y de la calidad educativa es una demanda de toda la sociedad: vemos aquí todos los días la solidaridad que expresan los papás, las mamás y las miles de personas que pasan a diario. Desde que instalamos la escuela itinerante nos visitaron más de 150 mil personas, y vamos a seguir yendo por distintos puntos del país haciendo lo que hacemos ahora. Nuestra percepción es muy distinta a la que el gobierno de Mauricio Macri tiene sobre la política educativa: es necesario garantizar el financiamiento educativo y una educación de calidad. Ninguna de ellas están siendo garantizadas con las políticas que se han estado llevando adelante.

-Esas percepciones contrapuestas se explicitaron en la jornada que hicieron en la escuela itinerante con los representantes de la Internacional de la Educación: allí se debatió sobre la privatización y la mercantilización de la educación. ¿Eso es lo que hoy está en juego?

-El fenómeno que estamos viendo en Argentina no es un fenómeno argentino, sino mundial. En Brasil hubo un paro general y reprimieron a los trabajadores. Allí los docentes también están en lucha. En Brasil están intentando instalar una reforma que significa 20 años de retroceso en las políticas publicas que nuestros compañeros de la Confederación Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) están resistiendo, y que tienen que ver con el financiamiento, la ley de jubilaciones y la afectación a la libertad de cátedra. Es muy grave porque estamos hablando de un retroceso inmenso para cualquier ciudadano y docente. En uno de nuestros paneles hablamos con varios historiadores que se preguntaban cómo enseñarían historia si no tuvieran libertad de cátedra. ¿Cómo explicaríamos la historia de la ciencia, la matemática moderna, el origen del mundo?

-¿Podría plantearse algo similar respecto a lo que dijo el ministro de Educación, Esteban Bullrich, sobre la enseñanza de las religiones en las escuelas públicas?

-En una conferencia frente a empresarios -que desde CTERA difundimos mucho-, Bullrich dice que hay que tirar 20 iniciativas para que los sindicatos no tengan respuestas y luego dejar que algunas pasen para luego meter las medidas de fondo. Lo dice con mucha claridad, como un gerente de recursos humanos, tal como le gusta designarse. Su discurso es pre ley 1420, ni Sarmiento lo aprobaría. Esto sorprende porque no son los liberales argentinos los que están hablando, sino que estamos ante una derecha sin pasado. Creo que hay que discutir eso: los funcionarios no tienen una afiliación histórica. Es una nueva derecha, un fenómeno que se observa en distintas partes del mundo, donde no reconocen una afiliación histórica puntual. Así como podríamos decir que Trump no se parece para nada a los republicanos que nosotros conocimos y que sí reconocen una historia, un pasado y una ideología, uno no podría decir que Macri es un representante de los liberales argentinos. Tampoco Bullrich. Es más: yo creo que si la Generación del ´80 los escuchara verdaderamente no los reconocerían de ninguna manera como propios. Es un presente perpetuo. Hay un debate sobre cuáles son las ideas o el sustrato ideológico de estos neoliberales.

Pero frente a las represiones, el recorte de los programas y el ataque a la educación pública que se da en esta versión local llamada macrismo, ¿cuál sería la subjetividad que esa nueva derecha sin raigambre histórica, tal como usted describe, pretende construir?

La primer señal, y en eso sí se podría reconocer una afiliación con la derecha argentina y trazar algún parecido histórico con Martinez de Hoz en el 76 y con Cavallo en el menemato, es que todo lo estatal no sirve: no sirven las aerolíneas, los subtes, las escuelas, los hospitales. Lo primero es estigmatizar a ese sector para luego privatizarlo. Nosotros dijimos en el acto luego de la represión que así como Menem en los ´90 eligió a los telefónicos y a los ferroviarios como mascarón de proa a destruir, el macrismo eligió a lo maestros. Por eso la derrota del conflicto docente es la derrota del resto de los trabajadores y trabajadoras. Nosotros no somos más que un mal ejemplo que no debería propagarse, porque peleamos por una educación publica de calidad al servicio de todo el pueblo, porque pensamos que tiene que haber inversión educativa del estado nacional y provincial, porque el Estado no puede desembarazarse del derecho social de la educación, porque tiene que haber políticas publicas que hagan que la educación sea igualitaria, sin importar si un niño nació en la cuña boscosa o en la montaña, en hogares desfavorecidos o de clase media. Tienen todo derecho a que la escuela los aloje y los provea de los conocimientos necesarios. Es el debate que de alguna manera está dando el macrismo y que también, como contracara, estamos dando nosotros aquí.

-¿En esa línea es que debe leerse el ataque del Gobierno y de los medios corporativos a la organización sindical?

Es que también es un fenómeno mundial. Hay un documento del Banco Mundial del 2015 en el que se preguntan por qué las reformas neoliberales en educación no entraron en América Latina. La respuesta que dan es que es por la pelea de los sindicatos docentes. ¿Entonces qué hay que hacer? Destruir al sindicalismo: es muy claro que el Banco Mundial y el FMI opinen esto. Somos sus enemigos a destruir y por eso se da ese tandem de la fuerza del poder del macrismo con la policía para que no se monte la escuelita. El tema es tratar de estigmatizar a los que luchan, a todos los sectores populares en general, pero particularmente señalar a la organización sindical docente. Porque además saben que no sólo no tenemos precio, sino que no nos rendimos y que vivimos como los compañeros que representamos. Todo eso es un muy mal ejemplo para el neoliberalismo.

@lucaspedulla

Redaccion

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