Elecciones en Francia: análisis y perspectiva

Por Gerardo Leclercq – gerardoleclercq@gmail.com

El pasado 23 de abril se llevó a cabo la primera de las dos vueltas que tendrán las elecciones presidenciales en Francia. Las urnas serán las que deban definir al nuevo presidente entre dos candidatos, un liberal de centro como Emmanuel Macron por el partido “En Mache!”, y la ultra liberal xenófoba Marine Le Pen por el “Frente Nacional”. Por su parte los principales medios de comunicación ya eligieron a su candidato, y parece ser que todo el arco político francés se definirá en favor de Macron. Una de las economías más importantes de Europa, en un contexto desfavorable en lo económico y caliente en lo político, deberá resolver su futuro, y tal vez el de la Eurozona, el 7 de mayo.

Los poderes concentrados en Francia parecen haber encontrado en Macron una figura capaz de hacer frente a los “heredero del Brexit” por un lado, y al “efecto Trump” por el otro. Es que su figura representa y asegura la continuidad del sistema Europeo Emmanuel Macron trabajó y acabó siendo socio en la Banca Rothschild hasta llegar al Palacio del Elíseo (símil de la Casa Rosada) como asesor económico del Presidente François Hollande, es un especialista en inversión bancaria pro europeo, que participa en política desde abril del 2016 cundo creo el movimiento político “En Marche!”. Mientras que Merine Le Pen, ocupa un cargo como Euro diputada desde 2004, además que haber participado en las elecciones presidenciales de 2012, el partido del que forma parte y además preside, el “Frente Nacional” fue creado por su padre Jean-Marie en 1972. Le Pen está en contra de la política de reparto de refugiados aplicada por la Eurozona (tiene un fuerte discurso nacionalista y xenófobo), y aspira a sacar a Francia del Euro. Estas definiciones la convirtieron en una “enemiga de Bruselas”

Cual sea el caso, de ser electo presidente ambos espacios tienen el mismo problema, ninguno cuenta con un armado político solido que los respalde y ambos deberían conformar alianzas parlamentarias que aseguren gobernabilidad. De hecho una cuestión llamativa es la falta de los partidos tradicionales en la disputa electoral.

Las proyecciones de cara al 7 de mayo no dejan entrever una victoria de Le Pen ya que al menos en la previa, todo el arco político francés está conformando una suerte de “barrera de contención Republicana”, que más que favorecer a Macron busca frenar a Le Pen, idéntica situación a la vivida en 2002 cuando, también en segunda vuelta, todo el arco político se volcó en favor del presidente Jacques Chirac, evitando así el triunfo de Jean-Marie Le Pen. Si el adversario político de Macron hubiera sido otro, la victoria del Liberal moderado pro europeo no estaría tan garantizada (al menos en la previa). La presencia de Le Pen funciona como aglutinador de todo el arco político y la opinión publica general.

Como resumen podemos observar las similitudes de la elección Francesa, con lo que paso en los Estados Unidos. Un candidato de centro derecha que representa las continuidades del modelo económico imperante, que cuenta con el favor de los sectores concentrados de Francia, Europa y los medios de comunicación, contra el representante de la ultraderecha radicalizada, xenófoba y anti Europa demonizado por los medios de comunicación

Solo resta esperar el tramo final de la campaña, observar el desarrollo de los acontecimientos y esperar por los resultados, que sin duda definirán el futuro de Francia y la región.

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