Cambiemos al rojo vivo: Monzó evalúa dar el portazo y armar un bloque propio

Nadie lo admite a voz en cuello, pero en los intramuros de la coalición gobernante admiten que la relación entre el presidente de la Cámara de Diputados Emilio Monzó y el presidente Mauricio Macri entró en un virtual congelamiento que podría derivar en una ruptura del bloque de Cambiemos en la cámara baja.

Es que Monzó hace tiempo que se viene cortando solo en cuestiones políticas importantes en una actitud que enfurece al presidente Macri, a quien le disgustan aquellos que ponen públicamente en tela de juicio sus decisiones y armados de estrategias políticas, a la mejor manera de patrón de estancia.

Monzó fue, hasta no hace mucho, una figura importante dentro de la alianza desde que participó como herramienta clave del armado electoral en la provincia de Buenos Aires con la que facilitó el triunfo de Macri a nivel nacional y de María Eugenia Vidal en aquel distrito.

Pero no pudo digerir nunca que Marcos Peña Braun le haya quitado el cargo de Jefe de Gabinete de Ministros que, originalmente, le había sido prometido sí Cambiemos se imponía en las elecciones de noviembre de 2015, como finalmente sucedió.

A regañadientes pero imbuído de cierto grado de lealtad, aceptó la presidencia de la Cámara Baja, designación que fue tomada por el diputado como una especie de premio consuelo. Pero nunca pudo recomponer su vínculo con Peña, con quien ha mantenido numerosas discusiones sobre cuestiones políticas y de gestión de gobierno.

Tanto a Peña como al presidente Macri no le agradan las raíces peronistas de Monzó, pese a que las toleraron cuando pensaban en una suerte de construcción política con la famosa “pata del PJ”. Pero cuando Monzó se lanzó a formular críticas sobre el rumbo económico del gobierno y a destruir la influencia de Durán Barba en las decisiones estratégicas de Balcarce 50, se le agotó el crédito.

Sin embargo, el armado electoral de cara a las elecciones parlamentarias de octubre es la gota que habría rebalsado la paciencia de Monzó. Tanto que en su entorno más directo afirman “sottovoce” que es cuestión de poco tiempo para que abandone el barco oficialista y arme un bloque propio en la cámara, al que suscribirían no pocos diputados que piensan como él.

El panorama que plantea la figura de Monzó repercutió en la Casa Rosada, en donde conscientes de que esto ocurrirá inevitablemente, ya le buscan un reemplazante con la idea de anticiparse a la jugada.

 

 

Fuente: Portal de Noticias

 

Redaccion

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