El sábado por la mañana el presidente Mauricio Macri, que se encontraba nuevamente de vacaciones, esta vez en Tandil, visitó la iglesia del Santísimo Sacramento y dialogó con el padre Troncoso unos 40 minutos, una charla a la que también se sumó el intendente Lunghi.
Según los trascendidos el padre Troncoso se hizo eco del reclamo popular que desde hace un año viene implorando Tandil, y es la vuelta del tren a Capital Federal. Es un reclamo muy importante no solo para los trabajadores que actualmente están sin hacer sus tareas, sino que es un medio de transporte económico para aquellos que tienen que viajar a Buenos Aires, por ejemplo a realizar trámites.
Hasta que se cerró el año pasado por decisión de la gobiernadora María Eugenia Vidal, viajaban semanalmente unas 300 personas en sus dos frecuencias y mantiene una planta estable de 18 trabajadores que actualmente siguen cobrando sus sueldos y cubriendo las horas de trabajo, aunque no tienen tareas designadas.
Además se habló de que el padre Troncoso tendría a cargo unas mil viviendas sociales que Presidencia le bajaría a la Iglesia de Tandil para gente humilde, aunque finalmente se conoció que serán la mitad de las viviendas. El Municipio podría aportar lotes y el Estado Nacional financiar la construcción de las casas.
Además, Lunghi contó que Macri preguntó por la ciudad y él contestó que “le señalé que la parte agropecuaria estaba bien, que el software estaba creciendo, que hay un turismo que funciona, que teníamos una caída en la metal mecánica y que en construcción estábamos estables, y que el consumo había caído por los movimientos económicos”.