Nos gobiernan los «servicios», los espías, las multinacionales, los buitres de afuera y los de adentro.
Nos gobiernan los autores de los días más oscuros de nuestra historia, los chacales a la espera que la muerte corone esta agonía. Los sonrientes depredadores, los salvajes educados en ámbitos privados. Nos gobiernan los patrones aplaudidos por los peones que se tragaron la magnífica mentira.
Nos gobiernan los operarios de la industria de la desmemoria, los serviles del imperio, los que ruegan el perdón de los monarcas por nuestro loco berretín de independencia.
Nos gobiernan los que escupen el rostro de la patria, los que reemplazan a San Martín por una bestia en los billetes, los que revientan sus bolsillos en la orgía descomunal de negociados.
Y cada vez que se desbocan en su fiesta, cada vez que destrozan las espaldas del obrero con sus atrocidades tan necesarias. Cada vez que se sinceran con falsedades y se burlan descaradamente de la gente con sus vivas carcajadas; echan mano al fetiche de Cristina, lo aporrean, lo citan, lo interrogan, lo detienen, lo imputan, lo sospechan; y por si esto fuera poco también convocan a sus hijos, a su madre, al perro, al portero y a la secretaria que jamás fue secretaria.
Es lo único que tienen, el chupete de los idiotas, el sonajero de los medios que suena desesperadamente para ocultar tanto desastre.
Es el pulgar que intenta tapar el cielo y para eso hay que ponerlo frente a los ojos, muy cerca, para que no tengamos nada más que la particular dimensión de la pantalla.
Cristina es la figura tendida en el altar del sacrificio, mientras la plebe, alucinada, clama por su muerte, el verdugo apunta el filo de su espada hacia la masa, los ignorantes sedientos de una sangre que, después de todo, es la de ellos.
No comprenden que en el festín de los poderosos ellos son la carne en la bandeja, la manzana en la rígida mandíbula del lechón, las sobras que tienen un destino prefijado de chiquero y de olvido sin perdón.
…alejandro ippolito…
Impecable la descripción de la mafia que nos gobierna. A este grupo poderoso no le llegan las críticas, ni las nuestras ,ni las del mundo. Hay oscuros designios para nuestro pueblo,sino renuncia ahora es porque está escondiendo algo demasiado turbio ,muy canallesco,que para el común de la gente ,para todos los que nos damos cuenta,no entendemos que hay detrás de este circo. Gracias Alejandro, por esclarecernos con tus análisis reflexivos y muy literarios.