«Para mi sería un sueño ganar el Cruce de los Andes»

Diego Simon se prepara para otro año disputando competencias a nivel mundial y está pronto a correr El Cruce Columbia 2017 una carrera que une Argentina con Chile cruzando la Cordillera de los Andes durante 3 días. Viene de superar una lesión en uno de sus tobillos y antes de viajar a San Carlos de Bariloche para disputar la carrera más importante de aventura en Latinoamérica. El hombre que se divierte corriendo entre montañas analiza su presente y el del atletismo nacional y advierte que en su disciplina la mente pesa más que el físico y que el deporte en Argentina necesita más apoyo de parte del Estado.

– ¿Qué objetivo trazan con tu equipo para este Desafío Cruce de los Andes 2017 y cómo resultó tu gira por Europa para elegir en que competencia correr?

– Obviamente cuando uno larga la carrera el objetivo es ganar. Es algo muy difícil porque todos se preparan muy bien en una aventura que es muy exigente. Para mi sería un sueño ganar el Cruce de los Andes, todo argentino que corre en montaña quiere ganar esta carrera, es lo máximo. Estoy entrenando muy duro para poder lograr ese sueño. El año pasado la corrí por primera vez en 2016 y fue una experiencia linda salir cuarto, es una linda carrera que se divide en tres etapas (35 km por día) una carrera muy dura por las montañas más altas del sur que la corren muchos atletas de todo el mundo.

Fue una experiencia muy valiosa porque participe con atletas que son reconocidos a nivel mundial en esta disciplina de carreras de aventura. Particularmente el viaje y las competencias europeas me han dado mucha más confianza, hoy cuando largo una competencia, obvio que quiero ganar, pero ya se nota dentro mio que tengo otra confianza. A nivel mental no le tengo miedo a nada, uno sale a buscar la carrera y nada es imposible. En el momento de la linea de largada no te ves menor a nadie.

– ¿Cómo trabajas sobre la mente y el físico sobre todo en las competencias que elegís competir donde la aventura tiene un lugar principal? 

– El físico es muy importante pero lo mental es más importante. Donde se hace la diferencia a nivel élite es en la cabeza, porque después de dos horas de carrera el físico no da mas y es la mente la que marca una diferencia y el final de una carrera. En este caso del Cruce de los Andes cuando la competencia tiene varias etapas, tenes que frenar a la noche en campamentos donde tenes que hacer noche en carpa, estas a 2000 metros de altura, el clima tiene variables como tormenta, frío, lluvia, a las 4 de la mañana ya salís nuevamente a correr. En ese nivel y con grandes atletas la cabeza es la que muestra una diferencia.

Con cada carrera, cada entrenamiento voy entrenando lo mental también. Me voy haciendo cada vez más fuerte pero a su vez es real que en momentos uno con la carga está muy cansado y te dan ganas de no entrenar, ahí es donde se entrena la mente. Fortalezco la cabeza con la ayuda de mi entrenador, mi kinesiologo, la gente que tengo a mi lado que me ayudan para pensar en positivo y no en negativo, que a veces uno tiene. Uno tiene que hacerse fuerte.

– Tras la experiencia de 2016 en Europa ¿Qué diferencias notorias hay en la forma de trabajar de los atletas de élite mundial y que sucede con ustedes en Argentina? ¿ Existe el apoyo por parte del Estado en políticas deportivas o tienen que buscar ayuda en lo privado?

– La diferencia que tenemos en Argentina con respecto a Europa es que en el viejo continente se puede vivir de lo que hacemos, económicamente te dan dinero antes de largar y acá es muy amateur. Los atletas de calle viven del día a día porque no hay mucha ayuda y son personas que corren todos los fines de semana para cobrar, ahí tenes un techo. En el mundo hay carreras bien pagas y con correr una por mes podes estar bien. En Argentina estamos como siempre, particularmente en mi caso pude tener después de correr en Europa, sponsors de la rama privada que me ayudan para planificar esta temporada 2017. A nivel del Estado la política deportiva entró en un momento muy malo, al deporte no se lo tiene en cuenta a nivel nacional en cambio en otros países, donde sus atletas son de élite, les dan un empleo en la fuerza policial por poner un ejemplo donde pueden entrenar y también tener el sustento mensual, pero trabajan corriendo.

 

 

Horacio Sobol

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