Un gran revuelo se armó este miércoles en la discusión pública de la ciudad, luego de que el Intendente Lunghi reaccionara de manera enérgica ante la viralización en redes sociales de la homilía que el padre Fernándo brindó este viernes, donde describió algunas situaciones que ocurren en la ciudad y tienen poca respuesta.
Quizá hubo algunas imprecisiones en el discurso del religioso, pero en líneas generales describió una situación dolorosa que el ciudadano medio, por su idiosincrasia, prefiere olvidar o negar; y a la que el estado municipal no da una respuesta efectiva e integral.
En este marco LOT consultó a Ignacio Roche, trabajador social del Barrio Movediza que se desempeña en la Escuela Secundaria N° 17, quien contó que “algunos chicos están muy jugados en cuanto al sentido de su vida” y que “las intervenciones desde la Escuela y desde otros organismos no han dado resultados o han sido muy pobres”.
Roche explicó que “hay una franja de pibes que va entre los 14 y los 18 años que no tiene ofertas. En la niñez hay muchas más opciones recreativas o de deportes porque muchas instituciones los piensan como sujetos para trabajar. Pero a esa edad ha habido intentos que no terminan concretándose y termina siendo un sector de la población del barrio que no tiene propuestas”.
Sin embargo, el especialista destacó que en Movediza “lo que más puede preocupar de la situación de inseguridad es que se lo asocia a la juventud. Pero yo lo cuestionaría, porque de las situaciones de robos que se dan en el barrio, habría que hacer una estadística. Me parece que no están asociados necesariamente en su mayoría jóvenes o niños”.
“Con esa primera salvedad, hay chicos a los que la escuela no les pareció una propuesta significativa, ni hay un apoyo familiar para que vayan obligados o le encuentren un sentido”, aunque contó que también “hay un gran número de chicos que no quiere ir a la secundaria pero van igual. Tienen adultos detrás que les insisten, les dicen que es importante”.
El trabajador social describió además que aunque “hay muchos pibes jugando, haciendo deporte y destacándose, también en cuestiones artísticas”, lo que sucede es que “se corre el foco, porque están estos pibes con muchísima dificultad, que tienen la atención de los diarios y la condena moral de otra parte de la sociedad, pero merecen un trabajo más sistemático”.
Además agregó que hay que “entender culturalmente qué resistencias están habiendo porque siempre hacemos propuestas desde una lógica de clase media y cómo vemos desde el centro (de la ciudad) las cosas”.