Fue hace algo más de un año cuando el ahora presidente Mauricio Macri se encontraba en plena campaña hacia la presidencia y apareció en la página web de la Ciudad de Buenos Aires una supuesta pauta publicitaria para la emisora tandilense por 600 mil pesos.
En esa oportunidad, Mauricio Macri visitó la ciudad y fue ahí cuando Jorge Bruno, director de la emisora, preguntó de qué se trataba y el ahora Presidente se limitó a responder que fue «un error de carga». Con esa frase el tema cobró vuelo nacional y se descubrió una fraudulenta maniobra en la que figuraban pautas nunca concretadas.
Pasado algo más de un año del episodio, Bruno escribió una carta al presidente en las redes sociales:
“Me dirijo a Usted con todo el respeto que su alta investidura merece.
Lo hago con la sana intención de felicitarlo. He leído por allí, que Usted ha calificado este primer año de su gestión con ocho puntos. En mi caso, esos ocho puntos han sido de sutura. Es, en principio, una cicatriz de dudas que me han llenado el alma en estos primeros meses.
En estos tiempos de tecnología, medios y redes, no sé si es el modo más práctico que puedo elegir para llegar a Usted. Hubiese preferido hacerlo en forma personal, tal vez incluso de manera más amistosa teniendo en cuenta que los dos somos nativos de la misma ciudad y acá en Tandil nos conocemos todos. Y nos conocemos de sobra. Tal vez demasiado. Sin embargo han sido infructuosos mis pedidos oficiales, los cuales jamás han sido respondidos.
Mi única intención es recordarle que han pasado más de catorce meses desde aquel 25 de septiembre de 2015 y aún no he tenido respuesta a la pregunta que le formulé públicamente. Tal vez sus múltiples actividades y la agobiante gestión de gobierno que lo han llevado a ganar esta ostentosa calificación con la que Usted mismo se ha galardonado, no le han permitido abocarse a una situación de pautas publicitarias que a criterio de muchos, ha sido francamente escandalosa.
Me refiero concretamente al pago INEXISTENTE de $ 600.000 (seiscientos mil pesos) en concepto de supuesta publicidad, contratada (según consta en la propia página oficial del Gobierno de la Ciudad, que Usted lideraba) con la emisora que humildemente dirijo. Tal vez no lo recuerde. Se lo refresco sintéticamente, porque vale la pena:
Según consta en dicha página web oficial, su gobierno dice haber abonado ese dinero a mi empresa durante un lapso de más de dos años, pagando mes a mes una abultada y considerable suma, muy superior a una pauta publicitaria-política normal para una radio de mi ciudad. Le reitero, le recuerdo y le reconfirmo que jamás mi radio pautó con ustedes. Tampoco tuvimos relación alguna con enviados, productores o punteros políticos. Ni siquiera con vecinos de la ciudad que militan o son funcionarios de su propio partido. Sin embargo, su propia página web, señala que ese dinero salió de las arcas del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, con destino sospechosamente desconocido.
Aprovechando su visita a nuestra ciudad natal aquel 25 de septiembre del año pasado, en plena campaña, tuve la oportunidad en conferencia de prensa, de pedirle una explicación clara y concreta y Usted me respondió evasivamente en forma textual: “Debe haber un error de carga. Estamos chequeándolo. Subimos todo a Internet y a veces hay errores. Estamos tranquilos”
Si no lo recuerda (cosa que dudo) puede googlearlo, ya que su frase se hizo popular en más de cien portales. A renglón seguido prometió investigar e informarnos de lo sucedido.
Pues bien. Estamos esperando Señor Presidente. Seguimos esperando. Casi quinientos días hemos esperado pacientemente. Seguimos haciéndolo un poco desesperanzados ya, porque parece demasiado tiempo para justificar tamaña anomalía.
Pero eso no es todo. Más tarde nos fuimos enterando que eran varias decenas de medios los que sin contratos ni pautas, habían sido utilizados, para que en nombre de los mismos se “distrajeran” (perdón la ironía) muchos millones de pesos que nadie sabe todavía quien los cobró ni adonde fueron. Tal vez a la campaña? Quizás al bolsillo de algún travieso? Se esfumaron en el aire? O quedaron repartidos entre amigos del poder? Los abdujo un Ovni? Se los comió el Ratón Perez al que le gusta el queso?… La verdad es que tanto dinero da para pensar cualquier cosa, aunque como ya sabemos, “cualquier cosa” es posible en ámbitos políticos.
Ha pasado más de un año. Poco tiempo para la política. Mucho tiempo para aquellos que tratamos de trabajar honestamente y que aun creyendo en la transparencia y la cristalinidad de las promesas de campaña, seguimos día tras día esperando que alguien ubique los testículos donde haya que ubicarlos. O al menos pedir disculpas. Porque para estos casos hay, a mi criterio, solo dos posibilidades: O se es responsable por mal control administrativo, o se es cómplice por dejarlo pasar.
Señor Presidente. Así estamos. Esperando saber donde se fueron los dineros que alguien cobró en nuestro nombre, utilizando delictivamente la marca y el historial de nuestra emisora.
Debo aclarar (por las dudas que no se entienda) que en mi empresa, sabemos de sobra que el dinero NUNCA NOS PERTENECIÓ porque jamás firmamos pauta alguna con nadie del Gobierno de la Ciudad. No estamos reclamando que se nos pague. Estamos reclamando la tan mentada TRANSPARENCIA tantas veces declamada. Porque ese dinero, que multiplicado por todos los medios involucrados supera holgadamente los varios millones, es dinero de los contribuyentes porteños, inocentes víctimas que desconociendo los manejos administrativos de su gestión anterior, se han visto perjudicados, toda vez que esas monedas han ingresado a las arcas en forma de impuesto y han salido en forma de ….»error de carga.»
No me gusta que me tomen el pelo porque soy elegante y orgullosamente calvo. Siento muy dentro de mí, señor Presidente, que usted y parte de sus colaboradores, incluso locales, me han tomado (con las debidas disculpas por el exabrupto) por pelotudo. Tal vez lo sea, porque a pesar de haber pasado más de un año, y de no obtener la mas mínima respuesta, sigo creyendo que una democracia bien entendida comienza por el respeto, el orden, la responsabilidad, la transparencia, la honestidad, el don de gente, la dignidad, la rectitud y por sobre todas las cosas la humildad de dar explicaciones cuando las cosas no están del todo claras.
Con el respeto que Usted merece, me hubiese gustado que cuando semanas atrás se acercó a Tandil y jugó al golf en los greens de un amigo común, hubiese invertido solo dos minutos para mirarme a los ojos y entre hoyo y hoyo o en el Club House, explicarme lo sucedido, dando nombres y apellidos de los responsables de tamaña maniobra. Solo estoy esperando lo que Usted mismo prometió, sobre todo sabiendo que en nuestra pequeña aldea, le reitero, somos pocos y nos conocemos mucho. Le diría que nos conocemos desde casi toda nuestras vidas. Demasiado nos conocemos y todos sabemos de donde venimos, adonde vamos, cómo rengueamos, como hemos hecho el dinero y de que lado nos rascamos. El pueblo es chico y lo único que ya no se mueve, es la Piedra Movediza.
Sólo se espera de un Presidente que cumpla lo que promete en campaña. Porque sino tendríamos que darle la razón a un tal Abraham Lincoln, un aprendiz gringo, que alguna vez dijo: “Hay momentos en la vida de todo político, en que lo mejor que puede hacer es no despegar los labios”.
Por eso, con todo mi pesar, le reitero que sus ocho puntos, yo los tengo de sutura en esta cicatriz del alma. Detesto que me sopapeen los sueños.
Me despido con todo el dolor que me causa la falta de sinceridad manifestada por su alta investidura, aunque con un poco de esfuerzo, tal vez pueda perdonarlo. Con un poco de esfuerzo y sólo tal vez…
Su coterráneo.
JORGE BRUNO
Director Mega Stereo 100.9
Tandil