Esta mañana comenzó en Tandil y en el resto del país la segunda jornada de evaluación nacional Aprender 2016 organizada por el Ministerio de Educación y Deportes de la Nación para el nivel primario y secundario.
En el día de ayer los medios de comunicación nacionales dieron cuenta del rechazo que genera en un sector de la comunidad educativa que comprende tanto a alumnos, padres y a docentes; entre otros puntos por tratarse de una evaluación que no tiene en cuenta el proceso de aprendizaje de los alumnos y también por incluir preguntas sobre el origen de sus padres y si cobran o no planes sociales.
Las críticas tenían que ver tanto con la cuestión académica y los resultados que pueden aportar las evaluaciones, como con la estigmatización a la que se somete a los alumnos, tratándose de una evaluación que no es anónima.
También hubo críticas por la mala formulación de las preguntas: En una pregunta sobre los conocimientos matemáticos, se consulta al alumno cuántas horas hay en «una semana de cinco días». El multiple choice tiene cuatro opciones: 420, 300, 168 y 120. Sin embargo, una semana solo puede tener 7 días, por lo que está mal formulada.
Por su parte, el presidente de la Comisión de Educación del Senado bonaerense, Juan Pablo Allan, defendió la implementación de la Evaluación Aprender que se realiza en todo el país, y puntualizó que “es una medida muy importante que impulsa el ministro Esteban Bullrich y todo su equipo para conocer el nivel y la calidad del aprendizaje que reciben nuestros hijos” y agregó que «no quieren una evaluación porque le temen a los resultados».
En nuestra ciudad, a pesar de las críticas y de las amenazas de ausentismo de un gran sector, destacaron el buen nivel de asistencia de jóvenes y docentes para el cumplimiento del dispositivo nacional de evaluación que se desarrolló en todos los establecimientos educativos.
