La expresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner fue distinguida ayer en Ecuador, donde fue invitada por el gobierno de ese país presidido por Rafael Correa, para ser distinguida con la condecoración «Manuela Sáenz» en el parlamento del hermano país.
Cristina aprovechó la ocasión, con los micrófonos internacionales apuntándole, para asegurar que «la derecha conservadora y restauradora de los viejos privilegios y de esa América Latina mera exportadora de materia prima con millones de excluidos intentó para mí un final similar al de Dilma. Estoy convencida que el objetivo era destituirme para que no pudiéramos terminar el período de gobierno y, por lo tanto, tener un relato mediático”.
Cristina, que además brindó una conferencia en el Encuentro Lationamericano Progresista (ELAP), explicó que “trabajan en la restauración ni siquiera de lo que fueron los años noventa. En Argentina, por ejemplo, quieren un modelo pre peronista. Quieren un modelo que no sea industrializador”.
En un video difundido por redes sociales, puso observarse a Rafael Correa recibiendo a la exmandataria y ante las cámaras locales dijo que «es un gran honor para nosotros como país recibir a una mujer icónica de América Latina como Cristina. Una víctima de esa judicialización de la política como Dilma, como Lula. Es la misma estrategia de la derecha para tratar de acabar con los líderes progresistas, pero no lo lograrán: ¿Cuántos de esos líderes están en los Panama Papers? Esos son los líderes de la derecha, pero la prensa no dice nada. Sabremos enfrentar estos ataques. Con verdad, con transparencia, con compromiso”.