Poder vivir del deporte es quizás la premisa de muchos jugadores y jugadoras de distintas disciplinas a lo largo y a lo ancho del planeta. Muchos de ellos aceptan el desafío de intentarlo una y otra vez, otros tal vez menos sueltos de sueños o de motivación cortan de cuajo la actividad y nunca más vuelven a hablar de ello. La historia de Alejo Prado habla un poco de esto, de llegar a fin de mes logrando «passing shots» con un rival subiendo a la red, y hoy también llevando su técnica dentro del court a la cabeza de otros colegas dando sus primeros pasos como «Head Coach» de Guilherme Clezar, un tenista profesional brasilero que confía en el tandilense para afrontar la parte final del año en las canchas duras del cemento norteamericano. Una historia que marca una tendencia que crece en estos tiempos por estas tierras. Confiar en lo que uno hace y le gusta, y si se puede vivir de eso mucho mejor.
La temporada 2016 de «eléctrico» Prado, así lo bautizó quien escribe estas líneas, fue la más fructífera para el tenista nacido en Tandil hace 25 años que alcanzó puntos ATP en el 2010 cuando apenas superaba la mayoría de edad (981° del mundo) es el año que más torneos ganó en su gira por los Clubes de Tenis en Europa. Ocho años hace que está yendo y viniendo con la mochila y sus raquetas al hombro. Llegó a Francia de la mano de Pablo Fuente, uruguayo y reconocido Coach del circuito ATP que trabaja en el Club Gueugnon desde hace ya 12 años y fue el hombre por el cual Alejo se incorporó como primer singlista del equipo. La ciudad francesa se encuentra en la región de Borgoña, viajando por el «Maps» de google uno puede determinar que la geografía nos hace ver que la ciudad está en la llanura formada por el «Valle del Arroux» y que no cuenta con más de 9000 habitantes.
Francia es cuna de tenistas, una nación que ideó un estilo de jugar a lo largo de la historia. Cuando nos ponemos a conversar acerca de la realidad del tenis francés y marcar las diferencias con el tenis argentino Alejo explica: «Hay cada vez más jugadores de tenis y bajó un poco la cantidad de dinero que reparten los torneos por lo que hace que sea todo mucho más competitivo y el nivel de tenis sea más elevado. En Francia se trabaja muy bien, desde pequeño es un país que lleva el tenis en la sangre como nosotros el fútbol, los interclubes son un clásico y la gente siempre es fiel, rara vez hay poca gente en los clubes se juega todos los domingos del mes de mayo y dos de junio. Con respecto a Argentina hay una diferencia clara, en Francia los clubes son municipales y jugar al tenis es muy barato, en Argentina todo es privado y costearse es muy caro, lo que hace el deporte para unos pocos, aun así nos destacamos por la garra que nos caracteriza pero si tuviéramos más apoyo de la Asociación o del Gobierno seguramente existirían muchos más tenistas en el circuito y se podría pensar en armar algo parecido a Europa»
Cuando el invierno tocó la puerta en el Hemisferio Sur del globo llegaron las novedades desde Francia. El chat de la «F» se activaba y el remitente Alejo Prado enviaba «Baje a un 350° del mundo, 6-4/ 6-2 estoy en semifinales de Huningue» Cuando no hay actividad en el Club donde lo contratan la mochila se arma, comienza la recorrida por rutas europeas, fronteras con Alemania luego Suiza pero siempre haciendo base en donde «La Marsellesa» es la canción de cuna. Huningue fue el primero de los torneos que ganó por su propia cuenta y que forma parte del Circuito Nacional de Grandes Torneos (CNGT) ahí en semifinales le tocó enfrentar al hijo de una leyenda francesa como lo fue Guy Forget quien en 1991 llegó a ser número 4 del mundo, levantó dos veces la Copa Davis con victoria en el ´91 (punto final ganado ante Pete Sampras) y en el ´96 ante Suecia jugando solo el dobles en un equipo liderado por Cedric Pioline. En Huningue «Electrico» Prado venció no solo al hijo de Forget sino también al n° 1 del torneo y 37° del ranking galo. 950 Euros, una botella de buen champagne, y la confianza en alza para seguir la gira.
Para finales del mes de Junio Marcus Willis llegó siendo 772° del mundo a jugar frente a «Su Majestad» Roger Federer en la cancha central de Wimbledon, una noticia fuerte en el mundo del tenis pero que solo, si se da, sucede en el pasto del All England Club. Desde Francia llegaron más mensajes a la casilla del «F»: «Toro gane, estoy en otra final de cemento» anunciaba Alejo con mucha felicidad desde el otro lado del ordenador. Otra semana de buenos resultados lo llevaron a jugar la final de Albertville sobre cemento y ganarla 7-6 / 6-3 sobre ese partido y final recuerda: «Vengo muy picante, di vuelta un partido muy duro, perdía 5-3 (40 – 30) el segundo set y le salvé un match point, Lo gane 7-6/7-5» la recorrida con dos torneos arriba siguió por Lyon en donde también hizo final y el broche de oro se dio en Dijon donde nuevamente levantó el trofeo del campeón ganando con un apabullante 6-1/6-1 la final. Como si fuera poco también se alzó con los títulos de Sens y Seltz. El saldo de la temporada 5 títulos y 3 finales. El pasaje de retorno a las tierras del asado ya tenía fecha y el trabajo realizado en canchas del viejo continente continuará la temporada 2017.
Al regreso algunos asados de por medio, mates y charlas sobre el futuro, sobre cómo se iba a preparar para los meses venideros suena el teléfono y la pregunta es certera: «¿Cómo estas para viajar a entrenarme 3 semanas a Estados Unidos?» del otro lado del teléfono Guilherme Clezar, tenista profesional brasilero, que afrontará desde la semana que viene en Columbus, Ohio y luego en California dos challenger ATP. La mochila nuevamente buscará etiquetas de aeropuerto para Alejo que no solo juega sino que también hace jugar. Será «Head Coach» del carioca las próximas semanas, sigue por el camino de trabajar en lo que lo apasiona e intentará aplicar su técnica y su cabeza en un jugador que tiene el desafío de ser Top 150° del mundo. «Con Clezar hicimos una pretemporada juntos en Tandil y luego él se fue a jugar algunos torneos en Europa. Nos reencontramos en Roland Garros donde me permitió conocer cómo se trabaja en esos niveles, siempre con una relación muy buena. En este último US Open entró en el cuadro principal del torneo, perdió en primera pero tiene mucha fuerza en su derecha. Voy a intentar meterle el chip «Delpo 2016″ con mucho trabajo de slice profundo para luego resolver los puntos rápidos con la derecha» relata el «Electrico» sobre la forma de trabajo que tendrá que hacer estas semanas en Estados Unidos.
Un año muy positivo para el tandilense que siempre opta por luchar los puntos dentro pero también fuera de la cancha. No siempre es sencillo estar tiempo fuera de casa pero el camino hace al guerrero y Alejo Prado está convencido de que su camino es éste, el del tenis. Ya sabe francés y volverá la temporada que viene, conoce el mundo con una mochila y sus raquetas al hombro reivindicando a todos los deportistas que persiguen el sueño: Poder vivir del deporte.