El concejal Claudio Ersinger del PRO se refirió al proyecto que viene trabajando desde hace más de dos años para frenar los graffitis no deseados en la ciudad, al tiempo que abogó por que el municipio empiece a darle importancia al asunto.
“Los proyectos que nosotros presentamos, el primero fue en 2014, y a partir de ahí de la respuesta que obtuvimos de parte del Ejecutivo lo fuimos modificando; y de hecho les dimos participación a los otros bloques, como por ejemplo el Frente Para la Victoria que hizo un aporte importante al proyecto que fue justamente la parte de contención y promoción de lo artístico” dijo el concejal esta mañana en diálogo con la FM Nitro.
“Pero de parte del Ejecutivo no tuvimos aceptación, que no era ni más ni menos que lo que vemos que se hace en otros municipios, no solamente en Argentina” explicó y dijo que la propuesta rechazada por el municipio era que “con el sistema de videocámaras se pesca a alguien haciendo este acto vandálico estropeando o ensuciando un frente, automáticamente debería haber un instrumento jurídico legal que permita a las autoridades ordenarle a esta persona la limpieza y restitución del lugar”.
En cambio, aseguró que “nos contestaron con un documento de Asuntos Legales que decía que la seguridad de los vecinos ya estaba garantizada por el sistema jurídico y legal de la Argentina. Habían empezado con un programa de limpieza, pero creo que ya lo abandonaron”.
Graffiteros o muralistas
Ersinger explicó que “el tema en algún momento nos trajo una controversia, porque en general, todo el mundo tiene incorporado el término graffiti contra lo que estamos trabajando. Digo “contra” porque justamente es la parte negativa y eventualmente no artística, que es un problema no solamente en Tandil, sino en el resto del mundo”.
“Es un daño que se produce a una propiedad que puede ser pública o privada, a un monumento, a una escuela o a un comercio, y creo que contra eso deberíamos estar todos más o menos de acuerdo”.
El edil explicó que “hay grafitis que se hacen con consentimiento del propietario del lugar, que los hacen personas con mucho talento y que nos gustan a todos, sobre todo si no generan ningún problema, cuando lo autoriza la Municipalidad, o un club o una Iglesia. Pero las firmas, las rayas sobre una vidriera, un auto, un portón de una casa o una escuela, tienen muy poco de artístico y genera violencia”.
Finalmente reconoció que “en Tandil tenemos la suerte de tener algunos chicos que, en una de esas empezaron haciendo rayas y cosas así, pero que hoy por hoy son graffiteros profesionales, que tienen muchísimo talento y que los contratan para hacer pintadas, no solamente en Tandil, también afuera, como “Cali” o “Moneda”, que también forman a otros chicos que tienen talento. Eso no es un graffiti dañino, eso es arte callejero. Quien ha tenido la oportunidad de viajar pudo ver que esto está instalado en las ciudades del mundo, muchas veces relacionado al problema de la recuperación de adicciones. Esos todos los apreciamos”.
