La entrada en escena triunfal de Franz Ferdinand, allá por 2004, activó una especie de paradoja: la flamante colección de canciones de su disco epónimo se podía escuchar como el “grandes éxitos” de una banda que nadie conocía, básicamente porque…
La entrada en escena triunfal de Franz Ferdinand, allá por 2004, activó una especie de paradoja: la flamante colección de canciones de su disco epónimo se podía escuchar como el “grandes éxitos” de una banda que nadie conocía, básicamente porque…