En medio de la pandemia el Municipio aumentó 13% las tasas y volverá a subirlas otro 10% en julio

Sobre el cierre de diciembre pasado el Ejecutivo Municipal aprobó por mayoría en el Concejo Deliberante la proyección para el aumento de las Tasas Municipales que alcanzará al 51% para todo el año 2020. En el primer trimestre el aumento de la Tasa Retributiva de Servicios fue del 37% y, desde abril pasado y en medio del contexto de pandemia por Covid-19, aumentó otro 13%. Cuando arranque el mes de julio, volverán a aumentar otro 10% para completar el semestre.

El presupuesto Municipal preveía gastos y ejecuciones de partidas por 4.183 millones de pesos. En su momento el Secretario de Economía, Claudio Bisset, indicó que habían elevado “un esquema de aumento de tasas distinto al que veníamos haciendo otros años” y “por eso, propusimos un aumento en tres etapas» que incluían 37% para el primer trimestre, un 13% para el segundo trimestre y un 10% para el último semestre.

En abril pasado, cuando ya se había decretado el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio que, naturalmente, provocó un fuerte impacto en la economía tandilense, el lunghismo decidió seguir adelante con los aumentos programados en las tasas municipales. De hecho, aunque la situación de excepcionalidad y la caída de la actividad económica afecta fuertemente los ingresos de los sectores productivos, comerciales y de servicios, las tasas siguieron aumentando. En tan sólo cuatro meses el Ejecutivo Municipal habrá aumentado un 23% las tasas municipales en medio de la crisis económica más severa de la historia contemporánea. 

 Es probable que el oficialismo considere que, una vez lograda la aprobación en el Honorable Concejo Deliberante y a pesar del rechazo de los legisladores del Frente de Todos, no tiene motivos fundados que lo obliguen a renunciar a esa potencial recaudación tributaria. Más aún cuando ese reclamo ni siquiera se hace escuchar. Sin embargo, y en virtud de la capacidad para redireccionar partidas que le brindó el pleno del cuerpo deliberativo en marzo pasado cuando se decretó la emergencia sanitaria, el Ejecutivo Municipal podría encontrar los mecanismos para aliviar la carga tributaria de aquellos sectores que están siendo profundamente afectados por la pandemia.

La pandemia obliga a los distintos niveles del Estado a trabajar articuladamente y, también, a compartir los esfuerzos fiscales. Hace pocas horas el Gobernador Axel Kicillof confirmó el envío de una nueva partida de ayudas económicas extraordinarios. El tesoro provincial ha aportado 135 millones de pesos, adicionales a los recursos habituales que impone la coparticipación y el Fondo Especial de Emergencia para pagar los salarios.

Por otra parte el Estado Nacional a través del pago de los salarios del sector privado – vía el programa de  Asistencias al Trabajo y la Producción (ATP) -alcanzó a más de 10.000 trabajadores y trabajadoras formales de Tandil. El pago del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) está llegando a más de 18.000 tandilenses. Si se suman los bonos extraordinarios para jubilados y pensionados con la mínima y para el personal de salud afectado a la pandemia, se están volcando en Tandil más de 800 millones de pesos en tan sólo cuatro meses para sostener la economía de nuestra ciudad.  

Parte de esos recursos, que tienen como objetivo sostener el consumo e impulsar la demanda agregada, serán reabsorbidos por las arcas municipales producto de una política recaudatoria que no detiene sus aumentos programados. Como si no hubiera pandemia ni crisis económica derivada.  

El lunguismo hace un juego político a tres bandas: por un lado recibe ayudas económicas extraordinarias por parte del gobierno provincial que van a parar directamente a las arcas municipales; por otro, dilata inyectar recursos propios para ayudar a sostener la economía doméstica, o lo hace de forma muy moderada. Y, en tercer lugar, no pone freno al aumento de las tasas municipales. Intenta reabsorber, vía recaudación, parte del dinero que circula en la ciudad producto de los programas nacionales y provinciales destinados específicamente a atender las contingencias de la pandemia.

Marcos Aguilera

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