Balón de Oro: Lionel Messi suma premios, pero ya siente la nostalgia del último tramo de su carrera

Suma balones de Oro y descuenta tiempo. Las cuentas le siguen saliendo de maravilla a Lionel Messi, que a los 32 años recibió el sexto trofeo que otorga la revista France Football desde 1956. El rosarino empieza a ver mucha carrera detrás de sí y le provoca un poco de escozor la entrada en la veteranía. No debe haber mejor forma de envejecer en el fútbol que la experimentada por Messi. El domingo, unas horas antes de tomarse el avión que lo llevaba a París para participar en la gala en el teatro Chatelet, el rosarino había dado una muestra de por qué todavía es merecedor de estas distinciones. A cuatro minutos del final, bajo un diluvio y cuando las energías escaseaban, hizo un golazo que lo tuvo todo: aceleración, gambeta, combinación con un compañero y definición precisa. En su magia desapareció la dureza del Atlético de Madrid.

«Ojalá me queden varios años, aunque soy consciente de la edad que tengo y se va acercando el momento de la retirada. Es difícil, si bien me quedan varios años, el tiempo vuela. Espero jugar cuatro años más», expresó en el escenario y luego amplió en rueda de prensa.

El sexto Balón de Oro llegó a 10 años de haber obtenido el primero, en 2009, temporada del triplete (Liga, Champions League y Copa del Rey) con Pep Guardiola. Se transformó en el máximo ganador del trofeo, dejó atrás a Cristiano Ronaldo (cinco balones) y tiene el récord de tiempo transcurrido (una década) entre el primer trofeo y el último. En este rubro también superó al delantero de Juventus, que levantó el primero en 2008 y el útlimo en 2017 (nueve años).

Como en el premio The Best de la FIFA que conquistó por primera vez hace dos meses, Messi relegó al segundo lugar al zaguero holandés Virgil Van Dijk, que ganó la Champions League con Liverpool. El último escalón del podio fue para Cristiano, que por primera vez desde 2010 no ocupó uno de los dos primeros lugares. El portugués no asistió a la ceremonia, que contó con el ganador anterior, el croata Luka Modric, encargado de entregarle el balón a Messi. El volante de Real Madrid no figuró entre los 30 preseleccionados de este año, algo que nunca había ocurrido con el último vencedor. Estos datos realzan la vigencia de Messi a lo largo del tiempo. A Modric no se lo puede considerar una figura fugaz, sino a un futbolista que dignifica su profesión con despliegue y dominio de la pelota, condiciones que no le alcanzaron para mantenerse en la consideración de los especialistas.

Votaron 211 periodistas de distintos países, atendiendo tres parámetros fijados por la publicación francesa: el año del equipo, el rendimiento de esa individualidad (incluido el Fair Play) y la trayectoria. Es evidente que Messi compensó con los dos últimos ítems las flaquezas que pudo tener en el primero. No es la primera vez que lo consigue. Es normal que el ganador surja del campeón de los títulos más importantes de la temporada (Champions League, un Mundial). Por eso en los meses anteriores, el candidato más firme era Van Dijk, que a la Champions con Liverpool le agregaba la fama de ser un zaguero poco menos que impasable en el mano a mano.

Pero el repertorio personal de Messi tuvo más peso. De sus seis balones, tres los ganó sin haberse consagrado en la Champions de ese año. Diferente al caso de Cristiano: cuatro de sus cinco trofeos coinciden con temporadas en los que fue campeón de Europa con Real Madrid. El portugués tampoco pudo contrarrestar a Leo con su mejor 2019 a nivel seleccionado: tercer puesto en la Copa América (con expulsión en el último) contra título en la Liga de las Naciones de Europa.

La película de la vida le empieza a pasar a Messi por la mente en el momento de las condecoraciones. Tras los agradecimientos, recordó que cuando en 2009 se llevó el primer Balón, en París estuvo acompañado por sus tres hermanos. Ahora, en la platea estaban su esposa, Antonella Rocuzzo, y dos de sus tres hijos (Thiago, Mateo y Ciro). «En 2009 era impensable todo lo que iba a pasar después. Ahora esto me agarra en un momento especial de mi vida, muy lindo a nivel personal. Como dijo mi mujer (se refería al video que se había emitido unos minutos antes), sigo soñando, disfrutando del fútbol. Intento superarme cada año, no me conformo».

Messi tampoco nunca olvida su escala de valores para dimensionar la carrera: «Los premios individuales son siempre un estímulo, pero hubiera preferido ganar alguna Champions más o la Copa América». Y también tuvo palabras de agradecimiento para los equipos que integra: «Tanto mis compañeros de Barcelona como de la selección me hicieron pasar un año grandioso. Todos ellos son parte de este reconocimiento».

Cuando al 2019 de Barcelona le quedan cinco partidos oficiales, Messi lleva en estos once meses 54 goles, 23 asistencias, fue el máximo goleador de la Liga y de la Champions League que ganó Liverpool, Botín de Oro, mejor jugador de la Liga y mejor delantero de la UEFA.

Seguramente no romperá el récord del inglés Stanley Matthews, que en 1956 obtuvo el primer Balón de Oro con 41 años. En ganador longevo le sigue Lev Yashin, en 1963, con 34. Alfredo Di Stefáno lo conquistó en 1959 a los 33, a la misma edad que Fabio Cannavaro en 2006 y Modric en 2018.

El sucesor de Messi no aparece a la vista. Se postulaba Neymar, que por desatender los consejos del rosarino para que se quedara en Barcelona lleva dos temporadas y media a los bandazos en PSG. Quizá dé el salto Mbappé, aunque PSG no parece la plataforma más adecuada. Por ahora, no hay nadie mejor que este Messi, aunque empiece a sonar nostalgioso.

Fuente; La Nación Deportes.

Horacio Sobol

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