El bloque de concejales de la UCR hizo nuevamente uso de su mayoría automática para imponer un texto en repudio al golpe de Estado en Bolivia, pero sin reconocer que se trata de un golpe, como sí lo hicieron los otros bloques e incluso lo exclamó el propio Comité Nacional de la UCR.
El texto aprobado repudia “cualquier tipo de quiebre institucional producido en la república de Bolivia, o que vulnera y/o quebranta el sistema democrátic o y pone en riesgo los Derechos Humanos y la estabilidad de la región; ya sea producida por alteraciones a la voluntad popular y/o por la intromisión de las Fuerzas Armadas”.
El Comité Nacional de la UCR, cuyo presidente es el gobernador Alfredo Cornejo, emitió un comunicado en el que describe «una sucesión de hechos preocupantes» y un «clima de agitación» para luego rechazar, en orden, las irregularidades electorales y el golpe posterior: «¡No a las trampas! ¡No a las injerencias externas! ¡No al Golpe de Estado!», sostiene el comunicado, que convoca a resolver el conflicto en las urnas.
El vicepresidente segundo del Comité Nacional, Federico Storani, fue un poco más allá de lo expresado en el comunicado y consideró que «la postura del PRO ante el golpe en Bolivia nos tiene que llevar a replantearnos la alianza con la UCR».
Pero los radicales de Tandil decidieron no ser orgánicos a su partido, en una nueva demostración de orgánica selectiva (suelen excusarse de su alianza con el PRO diciendo que son orgánicos a las decisiones nacionales y provinciales de la UCR), y decidieron no expresar la palabra «Golpe de Estado».
Incluso el presidente del bloque Mario Civalleri argumentó en su exposición que se trataba de «una discusión semántica», para no reconocer el golpe.
Los bloques Justicialista, Frente de Todos e Integrar votaron proyectos presentados por los últimos dos mencionados, quienes repudiaban claramente el golpe de estado.
