Alberto durísimo con el FMI: los hizo responsables del fracaso económico y la fuga de capitales

Alberto Fernández elevó al límite la tensión con el FMI en la reunión que tuvo con los enviados del organismo que deben definir si liberan un nuevo desembolso de USD 5.400 millones. Los acusó de haber financiado una histórica fuga de divisas y de ser los responsables de la «catástrofe social» que atraviesa el país.

Durante el encuentro realizado en las oficinas del candidato peronista en San Telmo,  Alberto le adelantó a los técnicos del organismo encabezados por el director para el Hemisferio Occidental, Alejandro Werner, que si es presidente no respaldará medidas que no apunten al crecimiento económico. Es decir, puso en crisis el programa de déficit cero en marcha y la durísima política monetaria en curso.

«Le transmití al FMI nuestra disposición a reformular los acuerdos sin exigirle más esfuerzos a nuestro pueblo», aseguró Alberto Fernández una vez finalizada la reunión de la que también participaron los técnicos que siguen el caso argentino Roberto Cardarelli y Trevor Alleyne y los economistas Guillermo Nielsen y Cecilia Todesca Bocco -que ya habían actuado como interlocutores de Alberto con Lacunza- a los que hoy se sumó Santiago Cafiero, quien es mencionado como posible jefe de Gabinete de Fernández.

Las críticas al programa del FMI que no cumplió ninguno de sus objetivos y agravó sustancialmente la crisis no sólo surgen del kirchnerismo sino también de medios especializados de Wall Steet, donde señalan que su plan metió a la economía en recesión, disparó la inflación y le hizo a Macri perder las elecciones.

Al término de la reunión, el equipo de campaña de Alberto difundió un comunicado en el que resumió la dura posición de Alberto con el FMI, que señala el fracaso total del organismo en alcanzar los cuatro objetivos del acuerdo (recuperar el crecimiento de la economía, generar empleo para combatir la pobreza, reducir la inflación, y lograr una trayectoria decreciente de la deuda pública). El equipo del candidato peronista señaló que las recetas que sugirió el organismo fueron a contramano de esas metas y «la situación macroeconómica de la Argentina se ha deteriorado significativamente».

«De estos cuatro objetivos no sólo ninguno fue alcanzado, sino que todo empeoró desde la celebración de aquel acuerdo: la economía cayó -1,7%, la deuda pública subió 29 puntos porcentuales del PBI, el desempleo aumentó al 10,1%, la pobreza creció a más del 32% y la inflación se disparó al 53,9%», agregó el comunicado del equipo de Fernández.

Una vez más con Guillermo Nielsen como probable ministro sentado a la mesa, Alberto reiteró su preocupación por el hecho de que los créditos otorgados por el FMI al Gobierno Nacional hayan sido utilizados, en gran parte, para financiar la salida de capitales.

«Como fuera advertido en la primera reunión del Frente de Todos con el staff del FMI realizada en junio de este año, el último desembolso ha sido íntegramente destinado a financiar la fuga. Este fenómeno constituye un incumplimiento flagrante a lo dispuesto por Artículo VI del Acta Constitutiva del organismo cuyo primer párrafo dispone que ‘ningún miembro podrá utilizar los recursos generales del Fondo para hacer frente a una salida considerable o continua de capital'», agregó el texto. No es la primera vez que el organismo afronta esta acusación, en el 2001 también se dijo que puso un paraguas financiero para financiar la salida de capitales y una vez que esta concluyó, dejó caer a la Argentina.

Lacunza y Sandleris con los técnicos del FMI.

De acuerdo con las cifras oficiales disponibles, desde la firma del acuerdo y hasta julio de este año salieron del sistema unos 27.500 millones de dólares en concepto de Formación de Activos Externos de libre disponibilidad (fuga de capitales argentinos) y otros 9.200 millones de dólares por inversiones extranjeras especulativas (reversión de inversiones de capitales golondrina). «En total la salida neta de dólares supera los US$ 36.600 millones, lo que representa más del 80% de los desembolsos recibidos hasta la fecha», señaló el equipo de Fernández.

En el encuentro, Alberto insistió en que él no es presidente electo y que no va a cogobernar ni refrendar actos de gobierno de Mauricio Macri. Como adelantó LPO, el candidato no quiere erosionar sus chances electorales como líder opositor al acompañar actos del oficialismo con quien no comparte la política económica. En este sentido, la postura del Frente de Todos puede disuadir al FMI de hacer el siguiente desembolso, de unos 5.400 millones de dólares.

«El programa económico que impulsa el Gobierno Nacional no refleja ninguna de las prioridades establecidas en la plataforma del Frente de Todos. Tampoco existen coincidencias con las recomendaciones de política impulsadas por el FMI. Se trata, en ambos casos, de aproximaciones dogmáticas que no se ajustan a las condiciones objetivas actuales ni resuelven los principales problemas estructurales de la economía argentina», dejó en claro el texto.

Para Alberto, el programa de Macri agravó la herencia incrementando la inflación y reinstalando problemas ya resueltos como el de la sostenibilidad del endeudamiento público.

 

Fuente: La Política Online

Redaccion

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