El nuevo proyecto de reforma de la Carta Orgánica del Banco Central que está impulsando el oficialismo como una «señal» a los mercados de reafirmar su compromiso en la lucha contra la inflación, llegó al Congreso con una sorpresa que se ganó el repudio de toda la oposición.
Según los cambios sugeridos, ya no será necesario ser argentino nativo o por naturalización para ser parte de las autoridades de la máxima autoridad monetaria, lo que generó muchas suspicacias dado que la reforma fue presentada por expreso pedido del FMI.
«Me hace acordar al 2001 cuando circulaban papers que planteaban que el FMI debería poder intervenir el Ministerio de Economía o el Banco Central. Sería blanquear la extranjerización de las decisiones de política económica que ya vemos como maneja el Fondo», afirmó a LPO el último Presidente del BCRA del kirchnerismo Alejandro Vanoli.
Sin embargo, lo más destacado fue que la esperable crítica del kirchnerismo fue acompañada por otros sectores del peronismo que supieron apoyar muchas de las iniciativas de Macri y que justamente en este tema no se sabía cómo iban a reaccionar.
Uno de los más duros fue el diputado del Frente Renovador Marco Lavagna, quien cuestionó a su vez la conformación de un Comité externo -que no requiere del acuerdo del Senado- que pasaría a fijar la política monetaria en desmedro del Directorio. «¿Sacan también requisito de solvencia moral? ¿Esta es una reforma que está pensando en los intereses de la Argentina?», se preguntó vía Twitter.
Este último cambio es sustancial, ya que le quita responsabilidades el Directorio, cuya conformación suele negociarse con el resto de las fuerzas políticas, para darle todo el poder a un nuevo órgano que no necesita cumplir estos requisitos.
«La formulación de la política monetaria estará a cargo de un Comité de Política Monetaria integrado por el Presidente, el Vicepresidente, el Vicepresidente segundo, el Subgerente General a cargo del área de investigaciones económicas y UN (1) Director designado a tales fines por el Directorio», detalla el proyecto.
Por otro lado, desde las filas opositoras mencionan el cambio de objetivos de la entidad como otro de los cambios negativos que no están dispuestos a aprobar. «Esta reforma le quita objetivos que justificarían la intervención cambiaria, quita instrumentos para manejar una crisis. Es penoso ver a Dujovne ir a pedir permiso a Washington para vender dólares para estabilizar el tipo de cambio», agregó Vanoli.
Fuente: La Política Online
