Sin iniciativas, por primera vez Lunghi corre detrás de la agenda de la oposición             

Terminando su cuarto mandato y comenzando su 16° año al frente de la Municipalidad de Tandil, el intendente Miguel Ángel Lunghi, finalmente, se quedó sin ideas.

Claro que no es algo vergonzante. Por más que sea el mandatario de la ciudad, estamos hablando de una persona que encabezó un período de transformaciones necesarias en nuestra ciudad en, al menos, sus primeros 8 años de gobierno.

Transformaciones que fueron criticadas y aclamadas pero que lo colocaron elección tras elección al frente del municipio de una de las ciudades intermedias que más ha crecido en el país. Transformaciones que tuvieron que ver con la Salud Pública, con la recuperación de los espacios verdes públicos y con el desarrollo de la infraestructura.

Ante semejante demostración de gestión resulta difícil reconocer que el hombre fuerte de la última década y media de la política vernácula se quedó sin ideas; pero las muestras sobran y la ciudad debe comenzar a prepararse para un recambio en la gestión y dar paso a las nuevas generaciones.

Para no hablar en el aire resulta imperioso esclarecer en dónde podemos advertir la falta de ideas del intendente.

En primer lugar, si tuviera nuevas ideas, las hubiera plasmado en el discurso que dio ayer por la mañana, en ocasión de abrir el 65° inicio de sesiones ordinarias del Concejo  Deliberante donde todos los bloques de la oposición e incluso parte de su propio bloque encarnado en la figura de Marcos Nicolini, coincidieron en destacar que, palabras más, palabras menos; faltó un llamado a construir una ciudad del futuro con ideas claras.

Lo advertimos también en que, por primera vez en mucho tiempo, el intendente decidió dar lugar a los proyectos presentados por la oposición como la Casa del Estudiante Rural y las Tutorías Deportivas impulsadas por su principal opositor, Rogelio Iparraguirre.

Se advierte cuando las autoridades del CEF N° 42, en compañía de ediles de la oposición, denuncian que el gobierno comunal no realizó la obra de piletas cubiertas prometida y, acto seguido, manda a sus funcionarios a responder que ya reactivaron los trabajos, como si el intendente funcionara “a demanda”.

Se advierte cuando tozudamente paga un alquiler durante meses, mientras la oposición se cansó de explicarle que lo estaba haciendo en vano, y finalmente les da la razón poniendo 500 mil pesos de su bolsillo para pagar el error cometido.

Se advierte también cuando en plena crisis económica, en la que faltan recursos por todos lados, el intendente propone crear una nueva municipalidad en el predio de la ExMetan, una propuesta que no le resuelve nada a nadie, más que al mismo intendente.

Quizá cueste reconocer que esa figura que parecía todopoderosa y de la que era imposible pensarla como alguien que “atrase” al conjunto de los tandilenses, haya llegado al difícil momento del recambio inevitable y que finalmente comenzó su tiempo de descuento.

Pero el recambio dirigencial ya empezó en el empresariado, en el sindicalismo, en los ámbitos educativos, en los clubes y en la dirigencia en general de nuestro Tandil, y más pronto que tarde tendrá su correlato en el poder político. Depende de los tandilenses aprovechar esa oportunidad ahora, o desaprovechar 4 años más.

Redaccion

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Volver arriba