El concejal Darío Méndez de Unidad Ciudadana fue uno de los ediles que más estudió el Presupuesto 2019 propuesto por la administración ejecutiva de Miguel Ángel Lunghi y aprobado por la mayoría automática de sus ediles en la tarde de ayer, luego de una maratónica sesión.
Méndez fue el miembro informante de su bloque y quien adelantó, antes de hacer la extensa evaluación ante sus pares de otras bancadas y de la suya, que votarían en contra. LOT dialogó con él:
¿De qué se trató tu intervención en el concejo, sobre el Presupuesto?
Nosotros hicimos una intervención donde marcamos las objeciones al Presupuesto 2019, con nuestra posición. Basicamente la primera parte tiene que ver con la parte fiscal e impositiva donde se trata la recaudación del Municipio y donde objetamos algunas cosas.
¿Qué objetaron?
Hay un aumento promedio del 48 por ciento de las tasas municipales, y nosotros marcamos que en un contexto económico de retracción del consumo, pérdida del poder adquisitivo y con un creciente endeudamiento externo; dijimos que las tres principales tasas que recaudan en Tandil que es la retributiva de servicios, el servicio sanitario y la tasa de actividad económica, ninguna de las tres pudieron cumplir las metas que estaban establecidas en el Presupuesto 2018. Son metas que siempre las tiran para abajo para tener margen de maniobra con lo que les queda. Así y todo estuvieron muy por debajo de lo pautado.
¿Qué otra situación marcaron como irregular o con desacuerdo?
También marcamos que el secretario de Economía, Daniel Binando, anduvo diciendo por todos los medios y en cada reunión que tuvimos con él que la Tasa de Actividad Económica no se iba a tocar en ningún lado, y mintió descaradamente porque hay gran cantidad de dinero que se aumenta, y que no es como dijeron los ediles oficialistas que es solo a quienes son los ganadores del modelo, porque les demostramos en la sesión, punto por punto, quienes eran los afectados, y no son “los ganadores del modelo”.
¿Cómo el presupuesto con respecto a la variable salarial?
Ni las mejores expectativas superan el 30 por ciento, por lo que seguimos descargando en las mismas personas toda la crisis que ellos mismos generaron. A su vez cuando uno ve el presupuesto se encuentra que hay un crecimiento del año pasado a este del 52 por ciento. Cómo en una situación de retracción económica y cierre de comercios sucede esta situación, con qué criterio.
¿Y está mal que crezca de esa manera?
No es que esté mal, pero ¿con qué criterio se hace? Cuando uno ve que el 30 por ciento está destinado a obras y que son dinamizadoras de la Economía, pero ¿quién paga la obra? El mismo jubilado al que le metieron la mano en el bolsillo y tuvo una pérdida del poder adquisitivo del 20 por ciento. Esa es la discusión.
¿Qué otra situación percibieron?
De los 2800 millones del presupuesto, sólo se asignan 800 millones y el resto son de libre disponibilidad. Hay 900 millones destinados al pago del personal, que encima tiene una retracción, porque el año pasado representaba el 34,5 por ciento del total y ahora representa el 31,2.
¿De cuánto va a ser la pauta salarial del año que viene?
Tienen estipulada una pauta del 15 por ciento, eso dice el texto. Después se negocia, pero por eso decimos que el presupuesto es un dibujo porque para aumentar después, tienen que sacar de diferentes lugares. Encima tienen una proyección de inflación del 30 por ciento, entonces decimos que si no se discute algo más certero no estamos discutiendo nada, y en última instancia siempre ponen como variable de ajuste el salario de los trabajadores.
¿Hay relación entre el presupuesto planteado y el año electoral?
Si, claro. La cuestión de las obras, que se llevan el 33 por ciento cuando el año pasado el presupuesto de 1800 millones tuvo una modificación de 500 millones. De los 500, cerca de 300 tuvieron que ver con obra pública que venía de Nación y de Provincia. Todos los años se destinan millones de pesos a la obra pública para pavimento, obras de las 20 primeras cuadras de Las Tunitas ejecutándose, llaman a licitación por más de 30 millones para obra, tienen más de 100 millones en pavimentación, arreglo de calles y cordón cuneta.
¿Eso es malo o bueno?
Parece que queremos arreglar Tandil en un año cuando hay un retraso en la obra pública de los últimos tres años bastante importante, y no hay planificación, pareciera que si uno se queda parado le tiran cemento. Y finalmente hay obras, como el Centro Cívico de Villa Italia, que es el cuarto año que está en el presupuesto. La lectura política que hago del presupuesto es que no tiene que ver con las necesidades del ciudadano y la ciudadana tandilense, sino que tiene que ver con una cuestión política que es garantizar la re re re re elección de Lunghi.
