Luego de que una patota vandalizara el medidor de gas del centro de salud del barrio Maggiori, la desidia municipal se hizo presente y las soluciones nunca llegaron, ya que habían prometido reponer dicho medidor para que el centro de salud recupere sus servicios, pero como no cumplieron la palabra y habiéndose interrumpido también los servicios de electricidad y de agua, se decidió cerrar las puertas del centro y exigirle respuestas al intendente.
En diálogo con Radio Tandil una vecina denunció que «en la salita están trabajando sin luz y sin gas, y ahora no tienen agua» y que fue esa la razón por la que en conjunto decidieron «cerrarla desde este miércoles», a la espera de una respuesta por parte del mandatario local.
Los vecinos anunciaron además que si no se hacen presentes las autoridades «vamos a tomar otras medidas que no queremos».
Crédito foto: Diario El Eco de Tandil