Nacho Levy: «Tiene que haber representación de la villa en los medios»

Este lunes 19 y martes 20 de noviembre, el microestadio e Ferro en la ciudad de Buenos Aires es el escenario donde se desarrolla el primer foro internacional de pensamiento crítico, como antesala a la 8va Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales (CLACSO).

Entre la apartura de Dilma Rousseff y la conferencia más convocante, la de Cristina Kirchner, el día lunes se desarrolló un panel sobre medios de comunicación en el que participó Nacho Levy de La Garganta Poderosa, quien fue crítico incluso con el mismo foro. A la salida, LOT dialogó con él.

Hiciste una exposición crítica incluso con el foro de pensamiento crítico, por no incorporar a la villa en los paneles.

Si, la verdad es que nos gustaría poder venir a decir otras cosas para proponer una universidad y políticas públicas con otro aire y con otro ánimo, con menos gritos atragantados, ojalá fuera un discurso.

¿Que es?

Es la rabia de un montón de compañeros y compañeras que diariamente trabajan gratis en los comedores para poder asegurarse la comida que los comedores distribuyen y es la rabia de comunidades silenciadas demasiado tiempo.
Creo que en el devenir de la democracia, después de esa dictadura sangrienta, podría considerarse la opción de que en un tiempo ventana existieran voceros de los barrios populares. Pero creo que a esta altura tiene que resultar inadmisible que no haya representación de la villa en los grandes medios, en las grandes universidades, en las cabezas de listas.

¿Qué ocurre con esa falta?

Si naturalizamos eso entiendo que hacemos como que no han nacido en 200 años de historia, o 60 o 70 años que tienen nuestros barrios, comunicadores populares que merecieran esos lugares, dirigentes políticos que merecieran esos lugares, cuando han sido los barrios que más han logrado resistir y hacer perdurar un espíritu de la solidaridad y la dignidad que, a pesar de los avasallamientos a sangre y fuego en la década del 70 o las políticas neoliberales de los 90 las seguís encontrando ahora en nuestros barrios.

¿En qué o en donde se encuentra?

Es costumbre la dinámica asamblearia, es costumbre tomar mate con la puerta abierta y es costumbre pensarse colectivamente. Entonces nos parece que ahí no tiene que caer el estigma ni tiene que caer la caridad. Tiene que caer un oído que esté dispuesto a escuchar y esté dispuesto a aprender.

Dijiste que hay que discutir con quienes tenemos una o muchas diferencias, pero que primero hay que sacarse de encima a aquellos con los que no se tiene nada que ver

Creo que en eso vamos concidiendo cada vez más, creo que es parte de un proceso de maduración de nuestro pueblo que no viene a licuar ninguna diferencia. La unidad no es una foto, es una película y hay diferencias que además de ser legítimas son necesarias porque nadie le pide a nadie que se transforme en algo que no es, nadie le está pidiendo a nadie que salde diferencias profundas que la historia de cada uno tiene de acuerdo a los caminos que nos tocó recorrer.

Lo que estamos pidiendo es que con quienes tenemos algunas diferencias o muchas diferencias o bastantes diferencias o una diferencia. Con todos esos podemos hacer un gran empeño que garantice que nos vamos a contar las costillas todos después de que hayamos logrado como pueblo erradicar a un modelo con el cual tenemos absolutamente todas las diferencias y no coincidimos en absolutamente nada

Redaccion

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