La propuesta para que la oposición pueda elegir al segundo síndico que le corresponde al sector público en la Usina Municipal y Popular de Tandil, aprovechando la renuncia del contador Omar Farah, fue rechazada de plano por el oficialismo, que acumula varias denuncias por manejos poco claros en la empresa de mayoría estatal.
Se trata de la empresa más grande de Tandil y a la que le corresponden tres síndicos, uno por el sector privado que tiene el 49% de la empresa, y dos por el sector público, que controla el 51% y designa al Presidente también. Estas decisiones se concentran en el Poder Ejecutivo, pero los líderes de la oposición reclaman tener participación en la elección del segundo síndico, para que la oposición tenga un mayor control de lo que ocurre puertas adentro.
La respuesta llegó ayer, cuando el Presidente del bloque de concejales oficialistas, Mario Civalleri, remarcó al diario El Eco que “nadie reniega de las normas cuando estas te favorecen, pero sí cuando no lo hacen, así es la democracia”.
Además, para dejar clara la postura del oficialismo dijo que «creo que las dudas que ellos tienen con respecto a la gestión de la Usina o los representantes públicos dentro de la misma son apreciaciones personales” y finalmente lanzó: “Que lo impulsen cuando les toque gobernar la ciudad”.
