El ministro de Educación de los primeros dos años de gestión de Macri, Esteban Bullrich, realizó declaraciones polémicas cuando se refirió a todos aquellos que están perdiendo su trabajo y los alentó a que abran cervecerías. El dueño de la microcervecería tandilense Quarryman, Armando March, un hombre de ese rubro de nuestra ciudad fue consultado por Radio AM 750 de Capital Federal y le contestó al ministro.
El ministro había dicho que «cayó el empleo en relación de dependencia pero creció mucho el monotributista» y que «cuando alguien se queda sin trabajo se puede convertir en un emprendedor. Lo que nosotros buscamos es que surja mucho el emprender tu propio proyecto. En lugares como La Matanza están surgiendo muchas cervecerías artesanales por ejemplo, es uno de los mercados que más está creciendo».
Ante esta situación, el programa «Detrás de lo que vemos» llamó a March, quien aseguró que «me descolocó y me costó situarme frente a él, porque hay veces que algunas cosas se vierten con liviandad, como que falta un poquito de profundidad en el análisis».
«Hay que ponerse en los zapatos tanto de un desocupado, como de un industrial que ve que se va quedando sin mercado. No es tan fácil como dicen ellos “che si tu industria no va más, reconvertite” o “che si te quedaste sin empleo, bueno emprendé”. Es un poco liviano» respondió el titular de Quarryman.
Además, si bien explicó que «una gran industria de cervezas genera un empleo cada 600 mil litros producidos, más o menos, y una microcervecería genera un empleo cada 6 mil litros producidos, con lo cual desde el punto de vista de generación de empleos o beneficio social está muy bueno».
Sin embargo, March consideró que «no es el mejor ejemplo para una persona que cuenta nada más que con una indemnización. Se va a meter en un mercado competitivo, que requiere saberes. La cerveza artesanal ya requiere conocimientos de química, de biología. Requieren otro sustento, no es para recomendárselo a una persona que acaba de perder el trabajo».
«Cuando una persona se queda con una indemnización y no les queda más remedio que hacerse cuentapropista, van a algo que no requiera un trabajo muy complicado. Antes eran los cybers, o un kiosco, pero la cerveza artesanal requiere de otros conocimientos» agregó.
Producir nacional
Además, el dueño de una de las cervezas artesanales más antiguas de la ciudad, dijo que «nosotros tenemos la cervecería en Tandil, y en el partido de Tandil se siembra la cebada. Esa cebada sale del partido a valor de commoditie, a acopiadores que la exportan y vale dos pesos un kilo. Con esa cebada nosotros ya hemos hecho experiencias de maltearlas dentro de Tandil y multiplicamos por 6 o 7 el valor. Con esa cebada malteada, hemos hecho cerveza en nuestra fábrica, con lo cual multiplicamos por 150 el valor».
Finalmente agregó «pero si vamos a sacar dos pesos por el kilo de cebada, mandarlo al exterior y después comprar la botella de cerveza americana obviamente que va a quedar mucha gente sin trabajo».
