Empieza a correr peligro la realización del Mundial de Fútbol Qatar 2022

Faltan cinco años y medio aún para Qatar 2022, pero a esta altura ya hay algo clarísimo: es probable que el Mundial se juegue allí, pero hasta llegar a él habrá un camino pleno de sacudidas y crisis. Y esta vez no es por sobornos presuntos o presión europea. La noticia de que Arabia Saudita, Egipto, Yemen, Bahrein y Emiratos Árabes Unidos rompieron relaciones diplomáticas con el gobierno de Doha es sólo el titular. Si se entra en detalles, la medida incluye el corte del único acceso por tierra al país y el bloqueo del espacio aéreo por parte de todos sus vecinos, que acusan al estado qatarí de proteger a organizaciones terroristas, entre ellas Estado Islámico (EI).

Polvoriento milagro en medio del desierto, uno de los emblemas del país es Qatar Airways, durante buen tiempo patrocinador de Barcelona, y ahora de la FIFA. Ese vínculo económico es la principal garantía de Qatar como sede del Mundial, aunque los medios anglosajones se apresuraron ya a decir que el torneo peligra. En parte porque nunca gozó de simpatías en los grandes países europeos, en especial en el Reino Unido y Alemania. Y en parte porque algo de peligro hay.

«El tema está muy complicado», dijo un integrante del Consejo de la FIFA, el órgano decisorio en el gobierno del fútbol mundial. «Va a ser duro». Más sincero, sin dudas, que el comunicado en el que la FIFA señaló que está «trabajando en asuntos del Mundial» con el comité organizador de Qatar. La única que hasta ahora sacó los pies del plato es la Federación Alemana de Fútbol (DFB). Su presidente, Reinhard Grindel, dijo que un Mundial no se puede jugar «en países que apoyan activamente el terrorismo».

La preocupación es inevitable en Qatar, un país que hace tres décadas era un intrascendente rincón sobre el Mar Arábigo y que en los últimos años se convirtió en protagonista mundial y en uno de los estados con mayor nivel de ingreso per capita del planeta. Frustrado en su candidatura olímpica, por la que difícilmente vuelva a apostar en los próximos años, Qatar tiene previsto ser sede de 39 competencias deportivas internacionales en 2017. La crisis política y su aislamiento ponen un importante interrogante sobre la joya deportiva de la región.

Horacio Sobol

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