Este fin de semana en intendente de Tandil Miguel Ángel Lunghi brindó una entrevista al medio provincial Infocielo en donde opinó sobre diferentes temas a nivel nacional, provincial y local. Entre otras definiciones el mandatario opinó que hay «problemas de inflación» y reconoció que la gente «tiene menos poder adquisitivo y poder de consumo» aunque en el presupuesto 2017 aumentó las tasas municipales en un promedio cercano al 40 por ciento.
Otra de las definiciones del mandatario local, fue con respecto a los barrios carenciados de la ciudad al asegurar que en Tandil «no tenemos villas»: «En lo social puedo decirte que no tenemos villas, y en los barrios carenciados estamos trabajando muy bien en conjunto el Estado y las ongs» aseguró.
La definición contrasta con las denuncias realizadas por el padre Fernándo Lede Mendoza en la homilía de Navidad, cuando aseguró que en Tandil hay problemas de drogas en los barrios y también de armas. En esa ocasión, el intendente se molestó con el joven cura y lo retó a realizar la denuncia en la fiscalía asegurándole que él mismo lo acompañaría a hacer el trámite judicial. Finalmente Lede Mendoza ratificó sus dichos ante la justicia, aunque Lunghi no lo acompañó.
Finalmente, en otra de sus declaraciones opinó que «el ministerio de salud (provincial) tiene problemas graves, y no nos puede ayudar mucho más, porque la prioridad es el conurbano». Esas declaraciones toman vital importancia en un momento en el que la directora de Salud Comunitaria municipal, Miriam Darthazu, declaró recientemente en el programa Tandil Despierta del multimedios El Eco, que «los centros de Salud teníamos un programa nacional que mandaba un botiquín con cantidad y frecuencia. Hasta el 2015 recibíamos cuatro botiquines por mes y en 2016 se redujo a un botiquín o dos a lo sumo. Como todos los cambios de gobierno también se cambió esto».
