La Sala Abierta de Lectura es un lugar mágico. Allí desde hace 28 años un grupo numeroso de personas viene trabajando para la promoción de la lectura de literatura, orientada a jóvenes y adolescentes.
“Surgió a partir de un grupo de narradores que con la intención de generar un espacio en donde estuviera presente fundamentalmente la literatura infantil juvenil, y en un momento en donde no había tantos libros, allá por la década del 80. Recién volvía la democracia y la producción de material era muy escaso además de que había libros prohibidos” nos cuenta Silvina Guaita, directora de la institución.
La idea fue tomando forma cuando un grupo de entre 10 y 15 personas, la mayoría de ellos dedicados a la docencia, iban a narrar a espacios educativos pensando en la importancia de la escuela como ente alfabetizador: “A partir de esos encuentros se generó la inquietud de promover un espacio abierto a modo de biblioteca donde pudieran ir los chicos, los jóvenes y los adultos a tener su propio espacio, con talleres en un momento en que pocos hablaban de talleres. La sala de lectura fue uno de los primeros lugares que generó encuentros con el arte” recuerda Silvina.
Si bien pasó por diferentes lugares como el que ocupa actualmente el Bar Antonino, o el espacio ubicado en Calle Rodriguez al lado del INTA, actualmente tiene su propio espacio en Chacabuco al 700, donde casi tres décadas después esta biblioteca popular co gestionada junto con el municipio, es un caso único en el país, por tratarse de un ente mixto: “No existen experiencias de este tipo en el país. Es un ámbito privado pero relacionada con el Estado, con el municipio. No hemos encontrado lugares iguales para compartir experiencias y articular en cuestiones legales y demás”.
La Sala en la actualidad
Actualmente trabajan en la Sala Abierta de Lectura unas 15 personas y además existe una Comisión que es la Asociación de Amigos, que son 14 personas.
Si bien en diciembre van a realizar un inventario para corroborarlo, tienen un estimativo de 29 mil libros a los que tienen acceso los más de mil socios que regularmente hacen su aporte de 50 pesos mensuales.
Según cuenta la directora, en la actualidad son numerosas las tareas que realizan de cara a la comunidad: Además del préstamo de libros (hasta tres títulos por semana por socio) existe lo que se llama Valijas Viajeras, “es para docentes o referentes institucionales o alguien que esté trabajando en algún proyecto” explica Silvina y aclara que “tienen la chance de sacar 30 libros para trabajar con sus alumnos o con su proyecto. Hay una gran demanda de ese tipo de servicio”.
Proyectos de trabajo con la comunidad
Silvina nos cuenta que existen muchos proyectos de trabajo en la actualidad, desde donde la Sala Abierta promueve la lectura.
El proyecto Pampares, por ejemplo, viene desarrollándose en diferentes barrios y actualmente se está llevando a cabo en Movediza: “Se llevan adelante un taller de teatro, taller de cerámica y taller de lectura en el Cai Mater y en Envión de Movediza. Es un trabajo de intervención social con profesionales que son talleristas específicos y trabajadores sociales en donde se trabaja con las familias, con las instituciones del barrio”.
“Otra de las actividades es el Proyecto todos leemos”, explica Silvina y cuanta que “se trabaja junto a la Fundación del Hospital de Niños y un grupo coordinador capacita voluntarios para leer en la sala de espera”.
“A nivel de actividades la promoción de la lectura, hacemos “animaciones a la lectura” con el bibliomovil que lleva material tanto literario como informativo de muy buena calidad. También tenemos el Proyecto con continuidad, que es cuando una institución se acerca con un pedido específico y se establece la planificación en conjunto. Y finalmente también hacemos Encuentros con escritores. Este año, entre otros, se hizo una jornada de historietas con especialistas, para dar a conocer la oferta que hay a nivel local y para acercar a los adolescentes a la biblioteca”.
Financiamiento y expansión de las instalaciones
Como todo lo que depende de alguna manera del Estado, la Sala no escapa al recorte y el ajuste que los estados Nacional y Provincial están llevando a cabo desde la asunción del nuevo gobierno.
Actualmente la sala se financia con el aporte de los socios, pero también recibe un subsidio nacional a través de la Conavip, un subsidio provincial y otro municipal. Todos estos ingresos están viéndose comprometidos o retrasados, lo que hizo paralizar la construcción de un SUM en las instalaciones: “Estamos construyendo un SUM que para nosotros sería muy importante. Sería un lugar para encontrarnos de otra manera, poder hacer espectáculos, talleres. Nos está costando mucho” contó Silvina.
Así y todo, estas personas abocadas a promover un hábito tan importante y saludable como la lectura no se dan por vencidas y lograron ser seleccionados junto a 4 instituciones más, por una empresa norteamericana que se instaló en Tandil, y que venden artículos de librería y de escritorio.
Para acceder al premio “que sería de gran ayuda para terminar el SUM” según Silvina, la Sala tiene que ser electa por la gente entrando a la web www.staples.com.ar/sumatuvoto y votar por La Sala Abierta de Lectura.
De esta manera la directora de la institución invita a colaborar para terminar de expandir un lugar con magia y sano entretenimiento juvenil.
