Juan Martín Del Potro tuvo en frente un Stan Wawrinka implacable con su revés en los Cuartos de Final del US Open y cayó en cuatro sets 7-6(5)/4-6/6-3/6-2 en más de tres horas de juego. El tandilense no pudo salir de las trampas del suizo que lo maltrató con su revés de vieja escuela en un Estadio Arthur Ashe que terminó coreando el nombre del argentino que no disimuló y le mostró sus lagrimas de agradecimiento a un lugar que lo adopta como hijo propio. Bienvenido Juan Martín Del Potro, el mundo del tenis te estaba esperando.
Imponer condiciones, de eso se tratan estos partidos definitorios de un grande como el US Open y es lo que Juan Martín Del Potro conoce y hace conocer al mundo. Su saque y derecha modelo 2016 volvería a marcar el ritmo del partido ganando los tres primeros games, provocando los errores del suizo, alternando los costados para que no se afiance en ningún golpe. La «torre de Tandil» le entregó temperatura al piso azul del Arthur Ashe desde temprano para presentar un match de Cuartos de Final con la raqueta de Kei Nishikori en el horizonte de semifinales.
Nuevamente como en segunda ronda ante Steve Johnson los puntos ganados con el primer saque para el tandilense estuvieron en un porcentaje cercano al 75% y con eso consolidó un primer set que lo encontró 4-2 arriba con el saque, sin embargo Wawrinka viejo zorro del circuito ATP comenzó a tener paciencia con sus golpes y aprovecho una disminución de los primeros saques del tandilense para quebrar el servicio, confirmar el suyo con pelotas nuevas y ponerse 4-4.
En la zona caliente del set Del Potro tuvo el guiño azaroso de la faja para confirmar el 6-5 y Wawrinka respondió con aces para llevar el partido a la definición por Tie Break. El suizo 18-10 en definiciones punto a punto en 2016 confirmó dos miniquiebres y con un tenis muy alto en su revés fue consolidando el set. Del Potro lo peleó pero una bola que deja en la red lo dejaría 6-7(5) abajo en un parcial por primera vez en el torneo en casi una hora de juego.
A comienzos del segundo Wawrinka con un passing paralelo de revés inauguraría la temporada de magia y dio por comenzada la hora de la precisión que caracterizan su sello en la historia del tenis moderno, alumno del instructor Roger Federer. Juego paciente de muchas pelotas fue la tendencia que desgastaba al tandilense, daba confianza a los golpes del suizo que intentaba tomar las riendas del partido. El juego de red 13-16 de puntos ganados llevó a Del Potro nuevamente a partido en lo mental, quebró en el séptimo game para ponerse 4-3 y confirmó en medio de dudas con el saque el 5-3. Sirviendo para el set Del Potro estuvo abajo en los duelos de ojo de halcón frente al suizo, pero con una postura agfesíva gano la batalla contra las maquinas finas que aseguran los IN-OUT y se llevó el set 6-4 en 54 minútos.
La decisión de ambos tenistas para el tercer set que tenía destino de madrugada larga fue jugar palo a palo con intensidad. Del Potro opto también por slice cruzado profundo para luego atacar con la derecha invertida mientras que Wawrinka solido con su revés buscaba mucho al revés del tandilense y aprovechaba el paralelo descubierto con buen juego de piernas. La situación se puso delicada en el octavo game porque Stan se señalo la sien luego de un gran passing de revés para quebrar y servir para set. Un grito fuerte en español retumbó en el Arthur Ashe y no provenía de la boca del tandilense. Wawrinka se llevó el parcial 6-3 y Del Potro comenzó a hacer números cerca de las dos de la madrugada en Argentina.
La magia otra vez presente en la apertura del cuarto set con dos globos consecutivos de Wawrinka, acto seguido las bombas de servicio de Juan Martín intentaban desactivar las alertas de quiebre pero la séptima doble falta del partido para el tandilense le daba la ventaja de inicio al suizo que salvó un break en contra y se puso 2-o. La trampa impuesta durante todo el partido por el tres del mundo fue sacar a Del Potro de su derecha y aprovechar el paralelo con su revés que a las tres horas de juego ya estaba prendido fuego, en llamas. La «Torre de Tandil» no le encontró la vuelta al partido. Desde el 3-3 del tercero perdió siete juegos seguidos y en un abrir y cerrar de ojos se encontró 0-4 con un suizo imponiendo las condiciones finales.
En más de tres horas de juego Del Potro intento vulnerar a un Wawrinka muy fino y fulminante con su revés que no dudo a la hora de definir el partido con su servicio y ganarlo 6-2 en el cuarto. Un sueño que se cae para Delpo mientras que la realidad le guiña los ojos con su renacimiento. El circuito está feliz y completo con su presencia que a partir del lunes lo tendrá número 65 del mundo y a Wawrinka en semifinales por tercera vez en cuatro años demostrando que su mano está viva y el tenis lo disfruta.
