Para mirar: Bolishopping (2015) de Pablo Stigliani

La placa que le inicio a la película informa que en Argentina funcionan tres mil talleres clandestinos, que emplean a 40 mil personas. De acuerdo con las denuncias de la fundación La Alameda -una de las ONG que lucha contra el trabajo esclavo, infantil y la trata de personas con fines de explotación sexual en la Argentina-, en la ciudad de Buenos Aires hay al menos 200 talleres clandestinos de producción textil, de los cuales la mayoría habrían tenido su origen en el estallido económico del 2001 pero que luego se mantuvieron. Según cifras de la Cámara Industrial Argentina de Indumentaria, el trabajo esclavo que alimenta este millonario circuito clandestino textil mueve más de 700 millones de dólares al año sólo en esta parte del país. Para La Alameda, más de 78% de la industria textil se basa en confecciones producidas en talleres inmersos en la informalidad.

Bolishopping – nombre con el que se conoce popularmente las ferias con ropa de marca falsificada – es el retrato fílmico de esta pesada realidad que se esconde en nuestro país. Reconstruye el horroroso circuito que comienza, como es previsible, con la necesidad de trabajo de alguna familia en las calles de alguna capital limítrofe. Se alimenta de las amenazas que los dueños de los talleres clandestinos propinan a sus esclavos (“si andas por la calle te deportan”) y de la lógica del mercado (“si no te gusta tengo diez costureros atrás que se quieren quedar con tu puesto de trabajo”). Finalmente, en el peor de los casos termina con la muerte de algunos de ellos a causa de la indignidad de sus lugares de labor, como sucedió, por ejemplo, en el año 2006 en el barrio porteño de Caballito donde el incendio de un taller clandestino se cobró la vida de seis personas: una mujer, un adolescente y cuatro nenes, todos de origen boliviano.

La película, filmada en 2013 pero estrenada en 2015 es la ópera prima de Pablo Stigliani. Cuenta con dos actorazos que se cargan la película al hombro. Uno es Arturo Goetz, fallecido en 2014 a los 70 años, que encarna al dueño del taller clandestino y debe cuidar a su madre enferma. Es un personaje siniestro y sombrío en medidas iguales. El otro gran actor es Juan Carlos Aduviri, conocido por su papel protagónico en Tambien la Lluvia, donde su personaje se alzaba contra el abuso de poder y lideraba el levantamiento de sus compañeros. Aquí interpreta al trabajador esclavo que deberá sufrir las penurias que viven día a día miles de bolivianos en nuestro país.

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http://www.elgatoenlaterraza.com.ar/bolishopping-2015/

Redaccion

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